Nuestras cámaras se han colado en otro cruel festejo taurino, esta vez en Mosqueruela (Teruel), para documentar una de las tradiciones más conocidas de la localidad: el toro embolado. En las imágenes obtenidas, se aprecia el sometimiento del animal a unas condiciones extremas de estrés y pavor durante el proceso de embolado. En el vídeo, que hemos difundido hoy mismo a través de nuestras redes sociales, algunos asistentes le propinan patadas en la cara al toro para hacerlo reaccionar y chocar contra los barrotes.
La celebración del Toro Embolado en Mosqueruela ha sido objeto de debate y controversia en los últimos años, ya que muchos grupos y organizaciones defensoras de los derechos de los animales, además del Partido Animalista, consideran que se trata de una fiesta “cruel e inhumana” que debería ser prohibida, al igual que el resto de festejos taurinos.
Nuestro presidente, Javier Luna, manifiesta su pesar ante este tipo de celebraciones. Sostiene que amparan dos formas de maltrato; uno perceptible a la vista y otro que “no se puede describir”: “Es doloroso a nivel físico para el animal, que sacude violentamente su cuello para apagar el fuego, se cae constantemente con los nervios, les saltan chispas a la piel… Constantemente se queman la cara y el lomo y además les tientan para que golpeen la cabeza contra las vallas”.
Sin embargo, Luna habla de ese “otro maltrato” que, afirma, no se ve: “La perspectiva psicológica de los animales todavía no se tiene en cuenta como una forma de maltratarlos”. Según nos dice la ciencia, los bovinos son animales inteligentes y muy sensibles que, como presas naturales, aprenden de las situaciones de estrés con fines de supervivencia. Cada vez que las reviven, su organismo se pone al límite produciéndoles un estado de gran ansiedad.
Estos animales pueden morir en el proceso del festejo por diversos factores, liderando las estadísticas los fallos cardíacos, las caídas y los fuertes golpes.
Además, la colocación de bolas de fuego en los cuernos del toro supone un riesgo de incendio, y la presencia del animal suelto en la plaza de toros puede provocar situaciones de peligro también para quienes se encuentren cerca. Para quienes formamos PACMA, la prohibición total y el cese de las subvenciones a este tipo de actividades son indispensables.
que crueldad Pobre animal que importencia
Mi madre decia que tenian al toro embolado dando vueltas hasta que se caía y no podia más. Una barbaridad. En Fuentes de Ruielos (Teruel).