Lo hemos advertido durante meses y ya parece que se confirma: en el texto filtrado del Anteproyecto de Ley de Protección Animal del Gobierno, al que hemos tenido acceso, se diferencia el trato a los perros usados para caza, pastoreo y guarda de ganado del trato al resto de animales considerados de compañía. Desde PACMA no lo permitiremos, y por supuesto presentaremos alegaciones cuando se abra el trámite de audiencia pública.
En esta nueva versión filtrada del borrador del Anteproyecto de Ley de Protección animal elaborado por la Dirección General de Derechos de los Animales, se ha incluido una sección titulada “Perros utilizados en actividades que se desarrollan en el medio rural”, mediante la cual se establecen excepciones para los titulares de perros explotados en rehalas, pastoreo o guarda de ganado, sobre las obligaciones que sí serán exigidas al resto de personas titulares de perros, otorgando un nivel de protección menor a los perros utilizados en esas actividades y privilegiando a sus explotadores.
Excepciones que dejan aún más desprotegidos a los perros usados para cazar
En primer lugar, a los titulares de estos animales no se les exigirá superar una formación en tenencia responsable reglamentada, y estos perros no estarán tampoco sometidos a los criterios de clasificación por sociabilidad a los que lo estarán el resto de perros, pasando directamente a ser considerados perros «de manejo especial», la nueva denominación para perros potencialmente peligrosos, fuera de la actividad.
En segundo lugar, la esterilización, que será obligatoria en los casos en que los animales habitualmente permanezcan en espacios abiertos, no será obligatoria para los perros de pastoreo y guarda de ganado, algo incomprensible.
Por otro lado, a los titulares de los perros explotados en estas actividades también se les exime de obligaciones como las siguientes (que sí deberán cumplir los propietarios del resto de animales utilizados en actividades profesionales):
- Pasar revisiones veterinarias específicas anuales que determinen la aptitud para la actividad desarrollada.
- Ajustarse a lo que reglamentariamente se establezca en relación a los horarios, lugares y medios de descanso de los animales utilizados.
- No emplear a perros que no hayan cumplido los 18 meses de edad.
- Hacerse cargo de los gastos y trámites derivados del cuidado de los perros que hayan cedido a entidades de protección o centros públicos de protección animal hasta que se materialice su adopción.
En un país con las altas tasas de abandono que tiene España, de las cuales una de sus principales causas es el fin de la temporada de caza, es inadmisible que se facilite de esta manera a los explotadores de estos animales seguir con su actividad.
El Parlamento Europeo ya mostró su preocupación por el trato que se da en España a los perros usados para cazar, y comunicó tanto al Gobierno central como a los autonómicos que no existe ninguna justificación para esta diferencia de trato.
Ahora, lo que no hacen la mayoría de las leyes autonómicas de protección animal, lo pretenden hacer desde este Gobierno a través de la ley de ámbito nacional: dar un trato diferenciado a los perros utilizados como herramientas de caza, pastoreo o guarda de ganado, otorgándoles una menor protección, y privilegiando a los que los utilizan y explotan.
No consentiremos que se blinde aún más el maltrato y se deje desamparados a estos perros. Presentaremos alegaciones, y si es necesario, solicitaremos la intervención de la Unión Europea. Esto no puede quedar así.
Hola, soy Juana de Cantabria. y digo yo si quieren aprobar el sacrificio 0 en toda España quien va a correr con los gastos que generen todos los perros que en el mejor de los casos abandonen los cazadores y ganaderos?, Con el presupuesto de todos?.
Aqui en Cantabria tenemos muchos abandonos de mastines y loberos, perros de dificil adopción por su tamaño, que de no ser por los refugios de las protectoras y los rescatistas serian sacrificados en las perreras.
Efectivamente Juana, el sacrificio 0 se va a conseguir con el presupuesto de todos, ese presupuesto que incluye fiestas, verbenas y demás actos que perfectamente se pueden ir disminuyendo, y dedicando algo de ello al bienestar animal.
Van a tener que ser los ayuntamientos los que corran con este gasto en sus prespuestos, con ayuda de diputaciones y del estado con subvenciones y partidas presupuestarias.
Ya está bien de dedicar dinero en tonterias y sandeces y no en lo verdaderamente importante.
Si se puede.