Desde PACMA hacemos público hoy un estudio sobre el abandono de perros de caza en España recogidos por protectoras. Según los datos aportados por 194 entidades de protección animal de más de 1.000 consultadas, durante el año 2022 se abandonaron en nuestro país 12.295 perros de caza, de los cuales 5.544 eran galgos y 4.191, podencos. Los 2.560 restantes se distribuyen entre bracos, pointers, alanos y otras razas.
Nuestro presidente, Javier Luna, recuerda que, en el año 2020, ya hicimos público un estudio similar con las aportaciones de 98 protectoras. Dicho estudio situaba la cifra en 8.588 perros abandonados en 2019. Este año la búsqueda ha sido más exhaustiva y la participación de las entidades, mayor, aunque asegura echar en falta las cifras reales de comunidades autónomas con mayor tradición cinegética.
“La diferencia en la participación desde las comunidades autónomas con mayor territorio rural ha sido muy notoria y sabemos que se debe, en gran parte, al miedo”, sostiene Luna. “En las zonas rurales las protectoras son amenazadas o se ven obligadas a llegar a acuerdos con los cazadores para que no se deshagan de los perros, sino que se los entreguen directamente, lo que las pone en un compromiso a la hora de hablar sobre las consecuencias de la caza”.
Este estudio no cuenta con datos relativos a los perros de caza recogidos por las administraciones públicas, que suelen gestionar con empresas privadas las recogidas en municipios de menos de 5.000 habitantes, donde la práctica de la caza suele estar más arraigada. La obtención de estos datos es casi imposible debido a la opacidad de las administraciones para no arrojar cifras de abandono que pongan en cuestionamiento al lobby de la caza.
Nuestra portavoz, Yolanda Morales, asegura que, aunque la cifra sea alta, solo es “la parte visible de un gigantesco problema de fondo”.
¿Cuánto dinero gastaron las protectoras en recoger y rehabilitar perros de caza?
El estudio también se interesa por las cantidades económicas invertidas por las entidades de protección animal durante la recepción, tratamiento y puesta en adopción de estos perros. De las 194 colaboradoras, el 8,2% gastó menos de 1.000€; el 31,3% gastó entre 1.000€ y 5.000€; el 22,4% gastó entre 5.000€ y 10.000€; el 19,1% gastó más de 10.000€, y el 19% restante superó los 30.000€ en un año.
Y es que, según este informe, el 77,3% de las entidades participantes determinó que el estado de salud promedio de los perros en el momento de su llegada era entre malo y pésimo. Estos animales requirieron, por norma general, además de cuidados básicos como alimentos, vacunas, identificación y esterilización, atención veterinaria, medicamentos e incluso atención etológica.
¿Dónde se abandona más?
Las cifras reflejan solo una parte del problema y no son representativas del número real de perros desechados por la caza, el cual consideramos que es incalculable. Sin embargo, partiendo de la base de la participación en este informe, Andalucía es la comunidad autónoma que se lleva la palma con diferencia, con 5.542 perros de caza abandonados en 2022. La siguen Castilla La Mancha, con 1.480 abandonos anuales; la Comunidad de Madrid, con 1.005; Canarias, con 787, y Galicia, con 699. Los 2.502 restantes se dividen entre 11 comunidades ante la ausencia de datos de la Comunidad Foral de Navarra.
Continuaremos realizando este estudio de forma anual con la pretensión de acercarnos a las cifras reales de abandono de perros de caza, que podrían ser realmente escandalosas.
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