¡Los animales te necesitan!
La Comisión Europea ha abierto una consulta pública para que la ciudadanía europea pueda enviar sus aportaciones sobre la revisión de la legislación de la UE en materia de bienestar animal en las explotaciones ganaderas, cuya propuesta tiene previsto presentar el próximo año.
Entre otros, su finalidad es incluir la eliminación progresiva de las jaulas y cajones, tras la presentación de la Iniciativa Ciudadana “End the cage Age/No Más Jaulas”, de la que PACMA fue entidad promotora en España, y que, tras la presentación de más de un millón de firmas, fue respaldada por el Parlamento Europeo.
Participar ahora para mejorar las condiciones de vida de billones de animales, te llevará sólo unos minutos, pero para ellos puede marcar la diferencia. Piensa que toda la normativa que tenemos en España sobre esta materia es transposición de la normativa europea.
Para facilitar tu participación, te dejamos al final un modelo de aportaciones que hemos elaborado con las propuestas que desde PACMA consideramos más urgentes.
Para participar, sólo tienes que acceder a través del siguiente enlace, pinchar en “enviar comentarios” y seguir los pasos que se indican: https://ec.europa.eu/info/law/better-regulation/have-your-say/initiatives/14671-Bienestar-de-determinados-animales-en-las-explotaciones-modernizacion-de-la-legislacion-de-la-UE_es
Ten en cuenta que el plazo acaba el 16 de julio (inclusive).
¡Gracias!
MODELO DE APORTACIONES:
Según el último Eurobarómetro sobre bienestar animal, el 84% de la ciudadanía europea considera que el bienestar de los animales de granja debe protegerse mejor en su país de lo que se protege y más del 90% considera que las prácticas ganaderas deben cumplir unos requisitos básicos, como ofrecer a los animales espacio suficiente. Sin embargo, éstos se crían, cada vez más, en un modelo industrial que favorece las explotaciones de gran tamaño, la producción intensiva y, por ende, el confinamiento y hacinamiento de los animales, cuyo bienestar queda supeditado al beneficio económico.
Como parte de esa ciudadanía preocupada por las terribles condiciones en las que se explota a los animales y de las nefastas consecuencias para el medio ambiente, solicito a la UE la adopción de medidas como las siguientes:
– eliminación de jaulas y cajones.
– eliminación de excepciones al sacrificio sin aturdimiento previo, de la trituración de pollitos macho y del uso de dióxido de carbono en la ganadería, así como de la electrocución, asfixia y golpeo en la acuicultura, como métodos de aturdimiento y/o sacrificio.
– prohibición de amputaciones no curativas, como las del pico a los pollos, el rabo y los dientes a los cerdos o el quemado de cuernos a los terneros.
– prohibición de la alimentación forzosa (permitida ya sólo en 5 países).
– eliminación de los sellos y certificaciones en “bienestar animal”, que han demostrado, no sólo ser inútiles, sino contraproducentes, por ser utilizados de manera fraudulenta y engañosa.
– prohibición de la importación y exportación de animales vivos, que implica un sufrimiento innecesario, además de no garantizar las condiciones de bienestar en el país de origen o en el de destino, respectivamente.
– exigencia de normas equivalentes para la importación de productos desde terceros países.
– prohibición de las granjas peleteras y de la importación de pieles.
– prohibición de la cría de animales con fines de entretenimiento (corridas de toros, circos, espectáculos acuáticos…).
– prohibición de la explotación de animales como transporte turístico.
– obligatoriedad de protocolos de evacuación de los animales frente a incendios, inundaciones…
– inspecciones más exhaustivas y regulares.
– límites al número de animales por explotación/piscifactoría, así como del número de explotaciones y piscifactorías por regiones.
– obligatoriedad de evaluaciones de impacto ambiental acumulado y de estudios sobre afecciones al medio.
– obligatoriedad de normativa que regule la gestión de purines.
– impuesto climático, gravado en función de las emisiones generadas asociadas.
– reducción de las subvenciones al sector ganadero, en beneficio del agrícola.
– prohibición de campañas institucionales de promoción del sector ganadero, la acuicultura y sus productos.
– obligatoriedad de campañas sobre los beneficios para la salud y el medio ambiente de una dieta vegetal.
– etiquetado que indique el sistema de cría y los métodos de aturdimiento y sacrificio de los animales, así como la huella de carbono asociada y una advertencia en las carnes procesadas declaradas cancerígenas por la OMS.
– prohibición de la pesca de arrastre y obligatoriedad de medidas eficaces para el control de las capturas “accidentales” (monitorización electrónica remota).
– prohibición de la cría e importación de pulpos criados en cautividad.
– prohibición de mantener crustáceos en hielo y/o con las pinzas atadas, así como de cocinarlos vivos.
Reducir el número de animales criados con finalidades de consumo y poner fin a las insostenibles prácticas de la ganadería y acuicultura intensivas, es necesario para detener el sufrimiento de los animales, prevenir pandemias y paliar el cambio climático, así como proteger la naturaleza y la biodiversidad, puesto que, como hemos visto recientemente, para proteger la ganadería se llega hasta el punto de desproteger especies clave, como el Lobo.
A ver si de una vez nos hacen caso!
Estamos cargándonos el planeta, en parte abusando de los animales. Odio todo tipo de maltrato animal, son seres inocentes q solo matan para alimentarse, no como los hombres q lo hacen por entretenimiento!
Según el último Eurobarómetro sobre bienestar animal, el 84% de la ciudadanía europea considera que el bienestar de los animales de granja debe protegerse mejor en su país de lo que se protege y más del 90% considera que las prácticas ganaderas deben cumplir unos requisitos básicos, como ofrecer a los animales espacio suficiente. Sin embargo, éstos se crían, cada vez más, en un modelo industrial que favorece las explotaciones de gran tamaño, la producción intensiva y, por ende, el confinamiento y hacinamiento de los animales, cuyo bienestar queda supeditado al beneficio económico.
Como parte de esa ciudadanía preocupada por las terribles condiciones en las que se explota a los animales y de las nefastas consecuencias para el medio ambiente, solicito a la UE la adopción de medidas como las siguientes:
– eliminación de jaulas y cajones.
– eliminación de excepciones al sacrificio sin aturdimiento previo, de la trituración de pollitos macho y del uso de dióxido de carbono en la ganadería, así como de la electrocución, asfixia y golpeo en la acuicultura, como métodos de aturdimiento y/o sacrificio.
– prohibición de amputaciones no curativas, como las del pico a los pollos, el rabo y los dientes a los cerdos o el quemado de cuernos a los terneros.
– prohibición de la alimentación forzosa (permitida ya sólo en 5 países).
– eliminación de los sellos y certificaciones en “bienestar animal”, que han demostrado, no sólo ser inútiles, sino contraproducentes, por ser utilizados de manera fraudulenta y engañosa.
– prohibición de la importación y exportación de animales vivos, que implica un sufrimiento innecesario, además de no garantizar las condiciones de bienestar en el país de origen o en el de destino, respectivamente.
– exigencia de normas equivalentes para la importación de productos desde terceros países.
– prohibición de las granjas peleteras y de la importación de pieles.
– prohibición de la cría de animales con fines de entretenimiento (corridas de toros, circos, espectáculos acuáticos…).
– prohibición de la explotación de animales como transporte turístico.
– obligatoriedad de protocolos de evacuación de los animales frente a incendios, inundaciones…
– inspecciones más exhaustivas y regulares.
– límites al número de animales por explotación/piscifactoría, así como del número de explotaciones y piscifactorías por regiones.
– obligatoriedad de evaluaciones de impacto ambiental acumulado y de estudios sobre afecciones al medio.
– obligatoriedad de normativa que regule la gestión de purines.
– impuesto climático, gravado en función de las emisiones generadas asociadas.
– reducción de las subvenciones al sector ganadero, en beneficio del agrícola.
– prohibición de campañas institucionales de promoción del sector ganadero, la acuicultura y sus productos.
– obligatoriedad de campañas sobre los beneficios para la salud y el medio ambiente de una dieta vegetal.
– etiquetado que indique el sistema de cría y los métodos de aturdimiento y sacrificio de los animales, así como la huella de carbono asociada y una advertencia en las carnes procesadas declaradas cancerígenas por la OMS.
– prohibición de la pesca de arrastre y obligatoriedad de medidas eficaces para el control de las capturas “accidentales” (monitorización electrónica remota).
– prohibición de la cría e importación de pulpos criados en cautividad.
– prohibición de mantener crustáceos en hielo y/o con las pinzas atadas, así como de cocinarlos vivos.
Reducir el número de animales criados con finalidades de consumo y poner fin a las insostenibles prácticas de la ganadería y acuicultura intensivas, es necesario para detener el sufrimiento de los animales, prevenir pandemias y paliar el cambio climático, así como proteger la naturaleza y la biodiversidad, puesto que, como hemos visto recientemente, para proteger la ganadería se llega hasta el punto de desproteger especies clave, como el Lobo.
Prohibición de espectáculos y utilización de animales como divertimento para los humanos.
penas de cárcel para quienes maten a un animal por odio o cualquier pretexto.Tambien multas económicas elevadas para quienes maltraten o desatiendan a un animal.
Prohibición de la experimentación o vivisección de animales.
Prohibición ya de las tradiciones donde haya crueldad,vejación y explotación de cualquier especie.
Prohibición de la alimentación forzada.
Prohibición de mantener a los animales en jaula dos o encajonados.
Prohibición del sacrificio de pollitos nacidos y optar por otra alternativa no cruel.
Según el último Eurobarómetro sobre bienestar animal, el 84% de la ciudadanía europea considera que el bienestar de los animales de granja debe protegerse mejor en su país de lo que se protege y más del 90% considera que las prácticas ganaderas deben cumplir unos requisitos básicos, como ofrecer a los animales espacio suficiente. Sin embargo, éstos se crían, cada vez más, en un modelo industrial que favorece las explotaciones de gran tamaño, la producción intensiva y, por ende, el confinamiento y hacinamiento de los animales, cuyo bienestar queda supeditado al beneficio económico.
Como parte de esa ciudadanía preocupada por las terribles condiciones en las que se explota a los animales y de las nefastas consecuencias para el medio ambiente, solicito a la UE la adopción de medidas como las siguientes:
– eliminación de jaulas y cajones.
– eliminación de excepciones al sacrificio sin aturdimiento previo, de la trituración de pollitos macho y del uso de dióxido de carbono en la ganadería, así como de la electrocución, asfixia y golpeo en la acuicultura, como métodos de aturdimiento y/o sacrificio.
– prohibición de amputaciones no curativas, como las del pico a los pollos, el rabo y los dientes a los cerdos o el quemado de cuernos a los terneros.
– prohibición de la alimentación forzosa (permitida ya sólo en 5 países).
– eliminación de los sellos y certificaciones en “bienestar animal”, que han demostrado, no sólo ser inútiles, sino contraproducentes, por ser utilizados de manera fraudulenta y engañosa.
– prohibición de la importación y exportación de animales vivos, que implica un sufrimiento innecesario, además de no garantizar las condiciones de bienestar en el país de origen o en el de destino, respectivamente.
– exigencia de normas equivalentes para la importación de productos desde terceros países.
– prohibición de las granjas peleteras y de la importación de pieles.
– prohibición de la cría de animales con fines de entretenimiento (corridas de toros, circos, espectáculos acuáticos…).
– prohibición de la explotación de animales como transporte turístico.
– obligatoriedad de protocolos de evacuación de los animales frente a incendios, inundaciones…
– inspecciones más exhaustivas y regulares.
– límites al número de animales por explotación/piscifactoría, así como del número de explotaciones y piscifactorías por regiones.
– obligatoriedad de evaluaciones de impacto ambiental acumulado y de estudios sobre afecciones al medio.
– obligatoriedad de normativa que regule la gestión de purines.
– impuesto climático, gravado en función de las emisiones generadas asociadas.
– reducción de las subvenciones al sector ganadero, en beneficio del agrícola.
– prohibición de campañas institucionales de promoción del sector ganadero, la acuicultura y sus productos.
– obligatoriedad de campañas sobre los beneficios para la salud y el medio ambiente de una dieta vegetal.
– etiquetado que indique el sistema de cría y los métodos de aturdimiento y sacrificio de los animales, así como la huella de carbono asociada y una advertencia en las carnes procesadas declaradas cancerígenas por la OMS.
– prohibición de la pesca de arrastre y obligatoriedad de medidas eficaces para el control de las capturas “accidentales” (monitorización electrónica remota).
– prohibición de la cría e importación de pulpos criados en cautividad.
– prohibición de mantener crustáceos en hielo y/o con las pinzas atadas, así como de cocinarlos vivos.
Reducir el número de animales criados con finalidades de consumo y poner fin a las insostenibles prácticas de la ganadería y acuicultura intensivas, es necesario para detener el sufrimiento de los animales, prevenir pandemias y paliar el cambio climático, así como proteger la naturaleza y la biodiversidad, puesto que, como hemos visto recientemente, para proteger la ganadería se llega hasta el punto de desproteger especies clave, como el Lobo.
basta ya de todo maltrato animal
un respeto a estos seres sensibles y queridos x mucha gente
El bienestar animal necesita grandes mejoras como las que propone Pacma, actualmente hay animales en la cámara de los horrores
Si un animal es sacrificado para comérselo al menos que tenga una vida feliz y Sina fuera de jaulas, cadenas y sitios donde no se pueden Mo er i oyen a otros animales chillar de dolor, deberían estar fuera en campos pastando u tomando el sol, no debería haber tanto restaurante de comida rápida, veo mucha gente pagar por carne que se dejan en el plato, acaso eso no era una vida como la que vivimos nosotros?? No somos inteligentes si hacemos estas cosas
Según el último Eurobarómetro sobre bienestar animal, el 84% de la ciudadanía europea considera que el bienestar de los animales de granja debe protegerse mejor en su país de lo que se protege y más del 90% considera que las prácticas ganaderas deben cumplir unos requisitos básicos, como ofrecer a los animales espacio suficiente. Sin embargo, éstos se crían, cada vez más, en un modelo industrial que favorece las explotaciones de gran tamaño, la producción intensiva y, por ende, el confinamiento y hacinamiento de los animales, cuyo bienestar queda supeditado al beneficio económico.
Como parte de esa ciudadanía preocupada por las terribles condiciones en las que se explota a los animales y de las nefastas consecuencias para el medio ambiente, solicito a la UE la adopción de medidas como las siguientes:
– eliminación de jaulas y cajones.
– eliminación de excepciones al sacrificio sin aturdimiento previo, de la trituración de pollitos macho y del uso de dióxido de carbono en la ganadería, así como de la electrocución, asfixia y golpeo en la acuicultura, como métodos de aturdimiento y/o sacrificio.
– prohibición de amputaciones no curativas, como las del pico a los pollos, el rabo y los dientes a los cerdos o el quemado de cuernos a los terneros.
– prohibición de la alimentación forzosa (permitida ya sólo en 5 países).
– eliminación de los sellos y certificaciones en “bienestar animal”, que han demostrado, no sólo ser inútiles, sino contraproducentes, por ser utilizados de manera fraudulenta y engañosa.
– prohibición de la importación y exportación de animales vivos, que implica un sufrimiento innecesario, además de no garantizar las condiciones de bienestar en el país de origen o en el de destino, respectivamente.
– exigencia de normas equivalentes para la importación de productos desde terceros países.
– prohibición de las granjas peleteras y de la importación de pieles.
– prohibición de la cría de animales con fines de entretenimiento (corridas de toros, circos, espectáculos acuáticos…).
– prohibición de la explotación de animales como transporte turístico.
– obligatoriedad de protocolos de evacuación de los animales frente a incendios, inundaciones…
– inspecciones más exhaustivas y regulares.
– límites al número de animales por explotación/piscifactoría, así como del número de explotaciones y piscifactorías por regiones.
– obligatoriedad de evaluaciones de impacto ambiental acumulado y de estudios sobre afecciones al medio.
– obligatoriedad de normativa que regule la gestión de purines.
– impuesto climático, gravado en función de las emisiones generadas asociadas.
– reducción de las subvenciones al sector ganadero, en beneficio del agrícola.
– prohibición de campañas institucionales de promoción del sector ganadero, la acuicultura y sus productos.
– obligatoriedad de campañas sobre los beneficios para la salud y el medio ambiente de una dieta vegetal.
– etiquetado que indique el sistema de cría y los métodos de aturdimiento y sacrificio de los animales, así como la huella de carbono asociada y una advertencia en las carnes procesadas declaradas cancerígenas por la OMS.
– prohibición de la pesca de arrastre y obligatoriedad de medidas eficaces para el control de las capturas “accidentales” (monitorización electrónica remota).
– prohibición de la cría e importación de pulpos criados en cautividad.
– prohibición de mantener crustáceos en hielo y/o con las pinzas atadas, así como de cocinarlos vivos.
Reducir el número de animales criados con finalidades de consumo y poner fin a las insostenibles prácticas de la ganadería y acuicultura intensivas, es necesario para detener el sufrimiento de los animales, prevenir pandemias y paliar el cambio climático, así como proteger la naturaleza y la biodiversidad, puesto que, como hemos visto recientemente, para proteger la ganadería se llega hasta el punto de desproteger especies clave, como el Lobo.