La maternidad es una de las condiciones más poderosas que existen y nadie duda de que la fuerza del vínculo que crea una madre con sus hijos e hijas es algo innato, de una fortaleza impresionante.
Sin embargo, esto no es exclusivo de la especie humana, sino que es algo común a casi todos los demás animales. A pesar de ello, la mayoría de las madres no pueden disfrutar de su maternidad. El estilo de consumo de las personas les arrebata el derecho a cuidar de sus hijos y disfrutar junto a ellos.
Cualquiera que conozca mínimamente a los animales sabe que el instinto de protección hacia sus crías es inmenso. Jabalíes defendiendo a sus jabatos, elefantas creando círculos alrededor de las crías para protegerlas en manada, gallinas atacando a cualquiera que se acerque a su nido para que nada le pase a sus huevos… Las madres incluso ponen en peligro sus vidas para cuidar a su prole. No en vano, es de sobra conocido que la única manera de separar a una cría de primate de su madre, por ejemplo, es matando a toda su familia, porque no dudarán en defenderla hasta el último aliento, y arrancar al bebé de los brazos de su madre muerta. Una de las muchas tragedias que esconde la tenencia de animales silvestres.
Pero también debemos reflexionar sobre la circunstancia de otras madres mucho más cercanas e invisibilizadas en nuestro propio país. Perras obligadas a criar hasta la extenuación en pequeñas jaulas para vender a sus cachorros. Cerdas en jaulas de gestación, sin poder moverse, a las que les quitan sus cochinillos para el consumo de su carne. Vacas fecundadas artificialmente que no pueden ni limpiar a sus terneros porque se los arrebatan poco después de nacer, para destinar al consumo humano la leche que crea para amamantar a su bebé. Gallinas que no llegan a conocer siquiera a sus pollitos, porque las hembras son destinadas a seguir poniendo huevos y los machos son arrojados a picadoras, vivos, poco después de salir del cascarón.
Hoy es un día especial, un día para dar las gracias a nuestras madres, para recordarles lo mucho que las queremos. Pero también es un día para pensar en todas las demás madres, tan a menudo olvidadas, que no pueden disfrutar de sus crías, a las que también aman incondicionalmente.
Todas las madres merecen que nadie haga daño a sus hijos e hijas.
Somos seres humanos dotados de inteligencia ,sin embargo el egoísmo es nuestra seña de identidad . Solo unos pocos tenemos la sensibilidad para darnos cuenta qué los animales también quieren ser libres y vivir .Las madres quieren estar con sus hijos y ser felices . Les arrebatamos su libertad y su vida .Es la mayor injusticia qué existe ,sin embargo hay personas qué siguen con la venda puesta .Ojalá visitarán los mataderos para darse cuenta del mal qué hacen .
Según Gary Francione, muy probablemente hay más sufrimiento detrás de un vaso de leche que detrás de un filete. Pese a lo cual, gobiernos indecentes y hasta la UE no dejan de subvencionar con nuestro dinero (quitado coactivamente), una actividad destructiva y ruinosa (incluso desde el punto de vista meramente económico). Y aun así, la población española está reduciendo el consumo de lácteos en los últimos años, no haciendo caso de campañas publicitarias impulsadas por empresas y políticos, que tienen tanto dinero como falta de escrúpulos.
¿Cómo creer en las declaraciones de emergencia climática de gobiernos que la financian? y ¿Cómo fiarse de organizaciones “ecologistas” que guardan “prudente” silencio sobre la 1ª causa del trastorno climático: la ganadería y sus actividades asociadas?
Only you can stop this barbaric horror and this enviromental disaster.
Make the World a better place, by going vegan.
La psicopatia humana ,y la falta de empatia, es brutal. Estos casos rompen el corazón a cualquiera .Pero lo triste es, que fuera de estos foros, no puede uno exponer estos temas en cualquier parte. Conclusión ¡ falta de educación a raudales. En esto, estamos muy atrasados, va pasando el tiempo, y se ve muy poquito avance.