78 venados, 35 muflones, 10 gamos y 33 jabalís. Un total de 156 animales murieron abatidos el pasado 2 de enero en la mancha Jabardillo, en la finca Las Monteras (Villanueva del Rey, Córdoba), de titularidad pública y responsabilidad de la Junta de Andalucía bajo la organización de la empresa «Cinegética Cordobesa». Desde PACMA recriminamos al Gobierno andaluz la disposición de espacios públicos naturales para la práctica de la caza y el deterioro de la biodiversidad.
Andalucía cuenta, según el último Anuario de Estadística Forestal, con 7.532 cotos de caza, siendo la aplastante mayoría de titularidad privada. Se trata de un total de 7.010.099 hectáreas, lo que equivale al 80% del territorio de la comunidad autónoma.
Javier Luna, nuestro presidente, natural de la provincia donde se encuentra esta finca, denuncia que la Junta de Andalucía destine fondos públicos a la matanza de animales y limite el acceso del 97% de la población a espacios naturales que, asegura, «pertenecen a todos los andaluces y andaluzas». Según los últimos datos de 2020, el número de licencias de caza expedidas en Andalucía fue de 217.779, frente a los más de 8.400.000 habitantes censados en la comunidad. Apunta Luna que, además del fomento de la crueldad hacia los animales, se les otorga un «privilegio desmedido» al colectivo de cazadores frente al resto de la ciudadanía.
Hemos compartido en nuestras redes sociales las imágenes del resultado de la montería, que han sembrado la polémica debido a su crudeza. Cientos de animales, expuestos como trofeos, se encuentran tendidos y colocados frente a un pequeño grupo de cazadores que posan orgullosos. Panoramas como este deben dejar de normalizarse urgentemente, y sobre todo dejar de financiarse, en parte, con fondos públicos.
«No se puede tratar la caza como un deporte, porque azuzar perros contra otros animales y acorralarlos para masacrarlos es, simplemente, afán de hacer daño y despreciar otras formas de vida«, señala Javier Luna.
En Andalucía existen, en total, 104 granjas cinegéticas dedicadas a la cría de animales que posteriormente se soltarán en estos terrenos para ser cazados. 5 de ellas son privadas. En el año 2020, un total de 201.876 animales, tanto para caza mayor como para menor, fueron soltados para repoblar los cotos.
La engañifa de la caza basa su existencia, entre otros argumentos, en la necesidad de realizar «controles poblacionales» de estos animales para evitar lo que luego califican como «plagas». La realidad es que la caza nunca ha sido determinante para controlar poblaciones; todo lo contrario. Ha repercutido de forma severa en los ecosistemas y ha provocado desequilibrios que no podrían compensarse a día de hoy.
Es una vergüenza! Que todos los andaluces normales, que reaccionen frente a estos enfermos!
Que todos los andaluces normales hagan una huelga de impuestos!!!! 🤬🤬🤬🤬🤬