Una vez más, Podemos deja desamparados a los animales. La adopción propuesta por este partido del “modelo Page” (la ley de protección animal de Castilla-La Mancha) para llegar a un acuerdo con el PSOE sobre la polémica futura Ley de Protección Animal en la que los animales empleados en actividades específicas, como la guarda y la caza, podrían quedar excluidos por una enmienda presentada por los socialistas, nos parece vergonzosa, inadmisible y un despropósito.
“El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, no solo es uno de los más críticos con la futura ley de protección animal, sino que es uno de los responsables políticos que más fomenta el maltrato animal dando banda ancha absoluta dentro de su comunidad autónoma”, explica nuestro presidente, Javier Luna.
Como ejemplo, cita el caso de los galgos de Tarancón de 2018. En La Raja, en Cuenca, se encontraron 25 cadáveres de galgos en una fosa común que llevaba más de dos décadas utilizándose como área de desecho de perros empleados para la caza. Desde PACMA criticamos que cuatro años después el caso, a pesar de su gravedad, no tenga resolución y atribuimos la situación a la permisividad del presidente castellanomanchego.
“En su comunidad autónoma, las carreras de galgos están laureadas y son televisadas, se les hacen reportajes a pesar del sufrimiento al que son sometidos estos animales”. Apunta nuestro presidente que Page es el precursor de un modelo que permite a los cazadores eximirse de la responsabilidad sobre el bienestar de sus perros durante la práctica cinegética, que es el momento en el que más riesgo asumen: “Reciben cornadas, mordiscos, amputaciones, heridas de muerte o caen por precipicios persiguiendo a otros animales, azuzados por los cazadores”. Critica que Podemos se respalde en esta medida, sacrificando a los perros de caza para sacar adelante una “ley de mínimos”.
En Castilla-La Mancha también se permite atar a los galgos a un vehículo a motor y hacerlos correr como forma de entrenamiento; algo que está prohibido en otras comunidades autónomas debido al peligro que entraña para el animal, cuyas características físicas particulares son desatendidas, llevándolos a la extenuación.
Podemos se ha plegado dando la espalda a los animales que dice defender, y no se han posicionado por defender una ley de protección animal íntegra como han hecho con otros proyectos.
La de la formación morada es claramente una estrategia vacía de recaudación de votos del colectivo de protección animal. Consideramos que han utilizado la desesperación de un sector machacado y menospreciado como somos los animalistas para hacer políticas rimbombantes que acabarán siendo no solo inútiles, sino perjudiciales.
Foto: fotograma de la película “Febrero, el miedo de los galgos”.
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