Eliminación de la barrera del 3%, supresión del requerimiento de firmas para poder concurrir, sobre único institucional de envío postal o mismos tiempos en medios de comunicación: estas son algunas de las medidas apoyadas por la Plataforma Por Un Voto Igual, que busca «condiciones más justas» para los partidos sin representación, y a la que nos hemos sumado desde PACMA.
Somos la primera fuerza extraparlamentaria de España y por ello, presumiblemente, el partido político más afectado por la actual Ley Electoral basada en el sistema D’Hont. Habiendo obtenido en las últimas elecciones del año 2019 226.376 votos, no contamos con ningún escaño en el Congreso, algo que con una ley electoral diferente probablemente no sucedería.
La retirada de la exigencia de los avales o un sobre único con todas las candidaturas, entre las propuestas
Algunas de las propuestas que recoge el plan de la Plataforma Por Un Voto Útil, de origen ciudadano, son, por ejemplo, la retirada de la exigencia de un número mínimo de firmas para que los partidos sin representación puedan concurrir: «La exigencia de firmas es una barrera artificial a la hora de acceder a las elecciones que es innecesaria y contraria a la pluralidad democrática y, por lo tanto, solicitamos su eliminación», explican desde la plataforma.
Se solicita ademas la creación de un portal web que recoja todas las candidaturas. Ello se debe a que muchos ciudadanos podrían no ser conscientes de la cantidad de opciones políticas existentes, ya que normalmente se da más peso a los partidos más conocidos y con más recursos. Por ello, los partidos firmantes de las propuestas apoyamos que se ponga a disposición de la ciudadanía un portal web que especifique, muestre y detalle cada una de las candidaturas que se podrán votar el día de las elecciones.
Para evitar el despilfarro económico, Por Un Voto Útil también propone el envío de un sobre único con la recopilación de todas las candidaturas, impidiendo que cada partido gaste subvenciones en hacer llegar, puerta por puerta, su documentación y propuestas. Asimismo, apuestan por el uso obligatorio de las cabinas el día de las votaciones para garantizar el voto secreto.
Un reparto equitativo del tiempo en los medios de comunicación
«Los partidos elegidos en convocatorias anteriores ya han recibido una serie de subvenciones y medios de promoción y no tiene sentido favorecerlos aún más con nuevas subvenciones. Además, el reparto de escaños se realiza en función de los escaños obtenidos que no son un baremo válido a la hora de comparar el apoyo ciudadano recibido por las distintas formaciones», sostiene la plataforma.
Se busca que, precisamente, los partidos no representados tengan la opción de darse a conocer a través de los distintos medios de comunicación; es, cuanto menos, injusto que quienes tienen recursos económicos y subvenciones para publicitarse tengan también derecho por ley a acaparar a la prensa.
Desde Por Un Voto Útil explican que «todos los votos deben valer lo mismo, sin ningún tipo de limitación, por lo que un partido con más votos no puede obtener menos escaños que otro con menos votos. Tampoco tiene sentido establecer más barreras de voto que la establecida por un reparto justo de escaños según los votos emitidos por la población». Proponen así la eliminación de la famosa barrera del 3% mínimo para que un partido sea tenido en cuenta con independencia del número de votos. Aseguran que «es una demanda ciudadana constante a la que no se puede seguir haciendo oídos sordos».
Los firmantes sostienen que «cuando el equilibrio de fuerzas permita cambiar la Constitución, hay muchos otros pasos que deberemos dar; conseguir un reparto proporcional a nivel nacional; implantar un sistema como el alemán; cambiar el sistema bicameral (dotar al Senado de una utilidad real); buscar una independencia real de los tres poderes o incrementar la participación ciudadana».
Esta recopilación de propuestas está pendiente de ser atendida por subcomisión parlamentaria para la reforma de la ley electoral creada en el Congreso.
Desde PACMA llevamos años señalando la injusticia del actual sistema y de la vigente ley electoral, que favorece siempre a los mismos y nos perjudica a los partidos sin representación parlamentaria.
Lo de una persona=un voto está lejos de cumplirse en España, no solo porque los votos de las personas no cuentan igual (cosa bien reconocida y muy aprovechada por provincianos y secesionistas); sino porque hay personas que tienen prohibido el voto, como los menores de 18 años, aunque sean maduros, superdotados, política y culturalmente muy activos, puedan trabajar, casarse, fundar empresas, etc.
Me resulta sospechoso que esta cuestión permanezca siempre fuera del debate sobre la viciada Ley Electoral española. Si no hay límite por arriba para los más mayores (incluso aunque tengan Alzheimer, por ejemplo), ¿Cómo es que lo hay por abajo y tan alto? ¿Dónde está la justificación de una medida, que da tanto peso electoral a la parte más antigua de la población española, que es mucha y en la que hay mucho inmovilismo ideológico?