Durante años hemos seguido muy de cerca las actuaciones del Zoosanitario de Sevilla. Actualmente, la tasa de mortalidad de felinos es preocupantemente alta en este centro, ahora rebautizado como «Centro de Protección y Control Animal». Los registros indican que casi uno de cada cinco gatos recogidos en 2021, falleció ahí.
La falta de atención y diferentes enfermedades no tratadas han disparado las estadísticas de mortalidad felina en el controvertido centro que, a pesar de haber realizado cambios a lo largo de los últimos años, sigue sin prestar la atención y los cuidados suficientes a los gatos. Así lo afirma el vocal de nuestra junta directiva y de la coordinación provincial de Sevilla, Javier Sanabria, que ha prestado asesoramiento a la dirección del centro en incontables ocasiones sin obtener la implicación necesaria.
«Muchos de estos animales padecieron y sufrieron durante días hasta que murieron», explica Sanabria. Los datos están en el registro oficial de Zoosanitario. «Dada la situación, hemos tomado la decisión de denunciar cada uno de los casos en los que se incumpla el protocolo veterinario. Será la única forma de asegurarnos de que cada gato que pisa el centro tendrá una mínima calidad de atención y tratamiento en caso de requerirlo».
La situación es preocupante. En lo que llevamos de 2022, las estadísticas indican que ya se ha superado la media de fallecimientos del 2021, asegura Sanabria. «Desde hace 5 años venimos exigiendo al Ayuntamiento de Sevilla que cumpla con lo pactado: la construcción de las gateras y admisión de voluntarios.»
Ahora el centro ha anunciado que construirán una nueva gatera pero desde PACMA consideramos que no es suficiente. Construir una gatera es solo poner una tirita si no se permite la entrada de personas voluntarias que puedan completar el trabajo que los empleados no cubren, si no se amplía el personal, si no se mejora la profilaxis, si no se proporciona atención de calidad a los animales… El problema es mucho mayor.
El centro solo ha puesto problemas a este respecto a pesar de entregarles, incluso, un acuerdo de voluntariado con una serie de compromisos.
Javier Sanabria sostiene que «las instalaciones donde ahora están los felinos son poco menos que tercermundistas: una sala fría y sin estímulos, con jaulones sin separación por enfermedades. Gatos negativos a leucemia e inmunodeficiencia felina sin discriminación de los positivos. No se realizan cuarentenas. Estas instalaciones no son dignas ni para los animales ni para una ciudad como Sevilla».
Y continúa: «El Zoosanitario no es un sitio que destaque por su modelo de gestión, por lo que no tenemos confianza en que realmente consigan mejorar la calidad de vida de los animales, aunque ahora estén en un proceso de lavado de imagen. Los cambios que tienen que realizar no son pocos ni superficiales. En su comunicado, se les ha olvidado hablar de la tasa de mortalidad felina en su centro».
Ningún otro partido político se ha molestado en tratar la problemática del Zoosanitario; ni siquiera los que tienen representación en el Ayuntamiento. PACMA es el único partido que continúa presionando a sus responsables para que solucionen la precaria situación de este centro.
Foto: Mismo gato antes de entrar en el Zoosanitario y diez días más tarde.
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