El que ha sido uno de los perros más mediáticos de los últimos años continúa esperando resolución judicial en el Centro Integral de Acogida de Animales de Madrid (CIAAM) para poder entrar legalmente al país después de que el pasado 13 de marzo aterrizase en la ciudad con su cartilla de vacunación completa pero sin microchip asociado. Las abogadas de PACMA y AGERAA, que hasta la fecha habían sido, de manera desinteresada, el equipo legal encargado del caso, han presentado una cuarta solicitud de medida cautelar para que el perro pueda retornar con su dueña, pero ahora el expediente pasará a manos de otros abogados por decisión de la propietaria del animal.

La autoridad veterinaria del aeropuerto decidió retenerlo en un jaulón proponiendo su sacrificio y, tras la intervención legal, su reexpedición al país de origen, y sin facilitar, según explica el que hasta ahora había sido el equipo jurídico a cargo del caso, la regularización de la situación del perro según el Reglamento (UE) nº 576/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo. Dicho reglamento contempla también la cuarentena y correspondiente vacunación para prevenir la entrada de enfermedades zoonóticas en el país. Estas opciones no habrían sido ofrecidas a la propietaria de Luno, por lo que el perro estuvo a punto de ser sacrificado y repatriado una semana después de su llegada, de no ser por la intervención de las abogadas.

Sin embargo, de conformidad con la normativa europea, existiendo la posibilidad aislar a Luno hasta que se regularice su situación, no puede optarse por su sacrificio pues ello podría incluso constituir un posible delito de maltrato animal, según las juristas. «A Luno no se le aplicó el protocolo citado por considerar, erróneamente, que provenía de un país con alto riesgo en rabia, únicamente porque Costa Rica (país de abordaje) y Nicaragua (país de estancia previa) no son parte de la lista de países que el Reglamento Europeo recoge como países para los que no es necesario aportar el test serológico de anticuerpos de rabia», señalan. Sin embargo, el hecho de no figurar en ese listado no significa que deba ser considerado como un origen de alto riesgo en rabia, siendo ese el argumento utilizado judicialmente por el Ministerio de Agricultura y sus responsables en el aeropuerto para impedir la entrada de Luno a España.

Desde PACMA y AGERAA denunciamos que la situación se ha convertido en una «pataleta administrativa y judicial«. El animal goza de una salud perfecta desde que llegó y la cuarentena por la que no podía pisar territorio español terminó hace meses; si sigue retenido es porque quieren.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictará en breve la sentencia al recurso de violación de derechos constitucionales de la propietaria de Luno (racismo, abuso y desviación de poder por parte de la Administración pública) presentada por el equipo legal de PACMA y AGERAA el pasado mes de mayo. Por su parte, Sergio García Torres, director general de Derechos de los Animales, reconoció públicamente que «hablado con Agricultura, estos insisten que la situación se mantiene así a causa de los recursos interpuestos», y recomendó que las denuncias fueran retiradas para llegar a acuerdos.

A este respecto, nuestra abogada, Jacqueline García, y la abogada de AGERAA, Mónica Olivares, que desde comienzos de esta semana dejan el caso por petición y decisión de la propietaria de Luno, sostienen que «la retirada de estos recursos arriesgaría la entrada legal de Luno y su salida del CIAAM porque, de no liberarse por la Administración, no se puede volver a recurrir como pretende la misma». Para las juristas «se ha destapado un escándalo en los aeropuertos españoles en los que animales sanos han sido presuntamente sacrificados por una errónea interpretación de la normativa europea, lo cual podría incluso conllevar una posible inobservancia del Código Penal». Apuntan que «la administración no tiene ninguna intención de permitir que esto vaya más allá porque podrían salir a la luz innumerables casos en los que las normas no habrían sido respetadas y podrían haberse sacrificado todo tipo de animales (algo que ya ha sido reconocido por la propia Dirección General), lo cual podría derivar en multitud de denuncias de particulares y sanciones por parte de Europa».

AGERAA y PACMA esperamos que Luno pueda retornar a la mayor brevedad posible con su propietaria. Las denuncias de Luno que, en su momento, le salvaron del sacrificio o la reexpedición han sido el punto de partida para hablar de la situación que se vive en los aeropuertos españoles y que era y sigue siendo desconocida por la opinión pública, lo que deja en muy mal lugar al Ministerio de Agricultura y a sus responsables en el aeropuerto.