Según datos publicados por diferentes medios de comunicación desde 2011 hasta 2020 que hemos recabado, más de 160 linces han muerto exclusivamente por atropello en Andalucía. Estos datos son aproximados y no precisos, ya que es prácticamente imposible saber con exactitud cuántos linces mueren atropellados cada año en Andalucía, ya que solo entran en el recuento los que son reportados. De 2021 y lo que va de 2022, aún hay pocos datos.
15 en 2011; 7 en 2012; 14 en 2013; 22 en 2014; 16 en 2015; 25 en 2016; 18 en 2017; 12 en 2018; 23 en 2019 y 12 en 2020 solo en Doñana. Las cifras parecen mantenerse equilibradas a pesar de que hay, aproximadamente, 500 linces en todo el territorio andaluz según el último conteo de Proyecto Life Lynxconnect de 2020.
34 millones de euros para recuperar el lince
El proyecto Life+Iberlince, financiado en un 61,57% por la Unión Europea, asciende a 34 millones de euros destinados entre los años 2011 y 2016 a la recuperación del lince ibérico en España y Portugal, siendo la principal beneficiaria la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.
La población de lince en España y Portugal se multiplicó por diez, pasando de apenas 90 individuos en 2002 a más de 1.100 en el 2020, pero los atropellos siguen siendo la primera causa de muerte no natural seguida de la caza. 160 animales muertos exclusivamente por atropello y solo en las carreteras andaluzas cuando la población apenas supera los mil ejemplares en todo el territorio peninsular significa que una séptima parte de esos animales murió arrollado. Nada menos que el 14,5% de todos los linces murió atropellado en Andalucía en los últimos 9 años.
A esto habría que sumar, además, los datos de animales que fueron cazados directamente o víctimas de cepos.
¿Qué se ha hecho con esos 34 millones de euros para paliar la primera causa de muerte de linces por parte de la mano del hombre? De momento, parece que toda medida adoptada por la Junta de Andalucía para poner freno a esta situación ha sido inapreciable e inefectiva ya que, de hecho, todo apunta a que el número de atropellos aumentó durante los años de pandemia.
No ha sido hasta el año 2022 que la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, con la ayuda de la iniciativa LIFE Safe-Crossing ha planteado instalar paneles informativos en las provincias de Córdoba, Huelva, Sevilla y Jaén. Estos tendrían la función de avisar, por un lado, a los conductores sobre la presencia de linces y, por otro lado, de disuadir a los propios linces. Se habla también de la inserción de infrarrojos que avisen a los conductores de la alta presencia de animales.
Sin embargo, se sigue permitiendo la construcción de carreteras que atraviesan vastas áreas rurales, restando territorio a una de las especies más vulnerables y emblemáticas de España. Se siguen desarrollando proyectos gravemente invasivos, como la carretera que la Junta de Andalucía quiere habilitar al norte de Doñana, la cual ha sido duramente criticada por grupos ecologistas y por la oposición. Dicha carretera costaría entre 800 y 1.400 millones de euros a la comunidad andaluza y supondría, según la WWF y Fundación Doñana, un ahorro de tiempo de menos de 15 minutos.
Está también sobre la mesa un posible desdoblamiento de la A-483 que une Almonte y Matalascañas, y que pasaría a atravesar por completo el Parque Nacional.
Poco se habla, además, de los abundantes cultivos de fresa que, por si fuera poco, se han regado en parte con agua proveniente de acuíferos sin una extracción regularizada y que ahora quieren legalizar. Parece que la Junta de Andalucía está adoptando medidas minuciosas para acabar con Doñana y su fauna, en lugar de para protegerlas.
Da igual quien gobierne , no tenemos arreglo. Admitamos.
Prefiero no decir lo que pienso para que no me censuren. Proreccion de linces YA.