Nuestra alimentación repercute directamente en nuestra salud. Cada uno de los productos que arrojamos al carro de la compra no sólo afecta a nuestro aparato digestivo, también al resto del organismo. Las principales causas de problemas cardiovasculares u hormonales vienen derivados de una mala alimentación. La OMS publicó un informe que relacionaba ciertos tipo de carne con el cáncer. Hasta ese punto es importante saber lo que comemos. Incluso, cada vez hay más personas que modifican su alimentación por razonamientos éticos, sanitarios o medioambientales y reducen o eliminan cualquier producto de origen animal. Sin embargo, el etiquetado de los productos no ofrece suficiente información para que las personas conozcan que es lo que se están llevando a la boca.
Uno de los principales compromisos de PACMA es la lucha por un etiquetado de calidad que permita a los consumidores elegir de manera informada. Permitir que los ciudadanos conozcan no sólo la relación de los ingredientes, sino también el camino emprendido por los productos de origen animal, desde las condiciones en que ha sido criado o el método de sacrificio empleado. Sólo de esta forma la ciudadanía puede ser realmente conocedora de lo que hay detrás de los productos que consume y tomar así consciencia del terrible problema ético que se esconde tras nuestra alimentación. Ya ha ocurrido con los huevos. Un simple número que indica de qué manera han sido criadas las gallinas ha provocado un cambio hacia un consumo algo más compasivo e, incluso, ha movido a que grandes cadenas de supermercados dejen de vender huevos de gallinas almacenadas en jaulas.
Al mismo tiempo, proponemos crear un sello o etiqueta estatal para productos que no contengan componentes de origen animal. De esta forma los consumidores podrán identificar los alimentos y otros productos de consumo (ropa, calzado, etcétera) que no contienen ningún componente animal. O la posibilidad, tanto en las escuelas como en los hospitales u otros comedores de servicio público, de menús vegetarianos para todas aquellas personas que ya han dado el paso hacia una vida alejada del sufrimiento de otras especies, respetuosa con el medioambiente y saludable.
Nuestra alimentación está también relacionada con el medioambiente. Hoy en día la ganadería industrial es el principal contaminante en el mundo porque, según un estudio de la FAO, vierte al medioambiente un 18% del total de emisiones de CO2.
Sería muy sencillo informar a la sociedad de todo esto para que los consumidores pudieran conocer en todo momento como afecta a su salud, al medioambiente y al bienestar de los animales cada uno de esos producto que deciden incluir en el carro de la compra.
Hola buenas tardes, soy afiliada de PACMA, desde muy reciente porque creo en los derechos de los animales y en su bienestar. Pero desde hace unos días que os sigo en instagram y veo muchas publicaciones acerca de la dieta VEGANA. No estoy de acuerdo en absoluto en este tipo de alimentación. Creo que las dietas alimenticias solamente deben llevarse a cabo por una enfermedad, intolerancia o alergia alimentaria. La idea de no consumir productos de origen animal para evitar el sacrificio de los animales no es así. Por lo que se debería luchar es porque los alimentos que necesitamos para una correcta alimentación procedentes de origen animal sean con prácticas que garanticen el bienestar animal desde su existencia hasta su fin. Y no estoy de acuerdo en absoluto con estas nuevas modas de dietas, que no son más que modas sin fundamento y por cierto que solo 4 se las podrían permitir por su carestía. Si este partido insiste en defender esto no tendré más remedio que darme de baja.
Atentamente, un saludo
Buenas tardes Inmaculada. Muchas gracias por hacernos llegar tu opinión.
El prescindir de consumir productos provenientes de los cuerpos de los animales no es una moda nueva. Ya desde Platón, ha habido gente, en algunos momentos históricos mucha gente, que han renunciado a « mojar su pan en la sangre de los animales ni en las lágrimas de sus semejantes», como decía Pitágoras.
Creemos posible una vida ética, saludable y plena, sin consumir animales, tal como atestiguan las principales organizaciones de dietistas mundiales (organización dietética americana, organización dietética canadiense…).
Te invitamos a resolver las dudas que puedan surgirte a través de esta misma página. Si vives cerca de Barcelona, tienes una magnífica oportunidad de conocer la opinion de 2 doctoras en medicina que darán una charla sobre alimentación vegana https://pacma.es/eventos/conferencia-coloquio-verdades-y-mitos-del-veganismo/
Cordiales saludos
Una de las cosas que se debiera legislar convenientemente es la claridad en la lista de componentes.
En primer lugar exigir un tamaño de letra que lo pueda leer hasta las personas mayores.
Letra clara y no camufladas con dibujos de fondo.
No tratar de engañar con eufemismo, como por ejemplo poner “Aceite vegetal” (claro no va ser aceite del motor del coche) para camuflar que está elaborado con aceite de palma.
Ni tratar de camuflar algún componente con su nombre científico , hay que ponerlo con el nombre que todo el mundo conoce,
Hay que tener en cuenta que cada vez hay mayor número de personas con alergias graves. Y para ellos es vital conocer si lleva algún albergógeno en la
composición.