El confinamiento nos afecta a todas las personas, pero hay algunas que intentan saltárselo para continuar practicando su actividad violenta: la caza. Diversos medios de comunicación han recogido, desde que se declaró el estado de alarma, casos de cazadores que continúan saliendo y saltándose las normas para matar animales.

Pero no solo eso: también hay comunidades autónomas que han permitido la caza durante el estado de alarma. Como siempre, los cazadores cuentan con el respaldo de las autoridades.

Incumplimiento del estado de alarma para matar animales

La semana pasada, sin ir más lejos, se sucedieron diversos casos de personas que vulneraron las restricciones del decreto del estado de alarma para continuar con esta práctica cruel. En Granadilla (Tenerife), dos cazadores que se encontraban cazando conejos con perros fueron interceptados e identificados por las fuerzas de seguridad, y han sido denunciados por incumplir las restricciones del estado de alarma.

Por otra parte, en Lleida, otra persona fue detenida por estar practicando esta actividad. Además de encontrarse matando conejos en una zona de seguridad, incumpliendo todas las medidas de protección, el hombre estaba empleando un arma prohibida.

Algo similar sucedió hace unos días en Piloña (Asturias), localidad en la que una vecina cerró el paso a un vehículo en el que se trasladaban dos cazadores. Ambos fueron denunciados por cazar desde el vehículo y por infringir las restricciones del estado de alarma.

Y también en Asturias, en Teverga, miembros de las fuerzas de seguridad denunciaron a una persona por practicar la caza con lazos de acero, algo totalmente prohibido.

En los últimos días, además, han aparecido osos muertos en localidades como Palencia y Les (Lleida), en lo que es un acoso y derribo de este animal por parte de los cazadores, a pesar de estar prohibido.

Las autoridades, de su lado

Durante las últimas semanas, desde PACMA hemos trabajado para que aquellas comunidades autónomas que habían permitido la caza durante el estado de alarma se retractasen en su decisión. En Asturias y Castilla y León, los gobiernos autonómicos paralizaron las autorizaciones que emitieron en las que permitían la caza durante el estado de alarma; una victoria para los animales.

Sin embargo, en Galicia, la Xunta continúa permitiendo la caza como actividad individual. Y en Navarra, la Policía Foral continúa saliendo al monte a matar animales, una actividad violenta, cruel y absolutamente innecesaria en cualquier momento, pero aún más ahora.

Mientras todas las personas colaboramos quedándonos en casa para contribuir a frenar la curva de la epidemia, los cazadores continúan intentando practicar esta actividad, poniendo en riesgo a toda la sociedad.