El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado un reglamento de caza que es un traje a medida para el lobby cinegético y pretende acercar peligrosamente a niños, niñas y jóvenes a la violencia contra los animales, además de buscar su fomento entre las mujeres, cuya presencia en el sector es prácticamente inexistente a día de hoy.
El vergonzoso nuevo reglamento otorga un peso especial a la denominada caza social; un programa que pretende acercar la cinegética a toda la población proporcionando actividades específicas, bonos, subvenciones y todo tipo de ayudas de financiación pública.
«La caza es una actividad de extrema violencia contra los animales. Además, hablamos de violencia visual y física; acercar este panorama a los más jóvenes puede provocar la normalización del sufrimiento animal ante personas que están fase de crecimiento y desarrollo intelectual», explica nuestro presidente, Javier Luna.
Bajo ningún concepto se puede enseñar a una persona joven a respetar la naturaleza, la biodiversidad o a los animales con un arma en la mano.
La mayoría de niños y niñas sufre al ver sufrir a los animales. No tienden a herirles ni golpearles, sino a jugar con ellos. Sin embargo, si se les enseña a mostrarse indiferentes ante su sufrimiento, a relativizarlo o justificarlo, serán personas adultas que actuarán de forma potencialmente indistinta ante el dolor ajeno; personas con la empatía bajo mínimos.
En PACMA apostamos por la inversión del dinero público destinado al fomento de la caza entre la juventud y las mujeres para actividades realmente útiles, como la exploración, charlas didácticas, actividades al aire libre, divulgación y talleres de acercamiento y respeto hacia las diferentes formas de vida del entorno natural.
La única manera de fomentar el auténtico respeto por la biodiversidad entre los niños y niñas es hacerles entender que somos parte de ella y que no estamos por encima. Han sido los aires de grandeza de los colectivos de cazadores los que, arma en mano, han ocasionado brutales pérdidas de biodiversidad, algo a lo que no hace referencia alguna el nuevo reglamento de Castilla-La Mancha.
Sin embargo, el Parlamento Europeo ha señalado expresamente a la caza como una de las principales causas de pérdida de biodiversidad. Para protegerla de los cazadores, lo que pretende, mediante la EUEB 2030, es establecer una red mucho mayor de áreas protegidas. Sin embargo, el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero Palomo, declara que el reglamento cumple con las expectativas medioambientales europeas y vela por la biodiversidad sin explicar pormenorizadamente cómo pretende hacerlo.
La caza es una actividad claramente masculinizada y con escaso relevo generacional, y que, por tanto, contribuye al envejecimiento poblacional, a la masculinización del territorio, a las migraciones, a la baja natalidad y densidad, y a poblaciones estacionales, que son la gran parte de los desafíos que debe enfrentar el Reto Demográfico.
Seguirán permitiendo la contaminación por plomo
Además, este reglamento permite a los cazadores seguir utilizando munición de plomo hasta el año 2025 en los cotos de caza social; es decir, existirá contaminación durante tres años más. Además, esta medida no será aplicable dentro de los cotos de caza privados, que podrán seguir usando este material.
Cada temporada, los cazadores dejan miles de toneladas de plomo en el agua y el suelo. Nuestro país sufre una de las mayores concentraciones mundiales de perdigones por hectárea del mundo. En algunas zonas se han llegado a detectar 2,5 millones de balines por hectárea.
Como no puede ser de otro modo, en PACMA estamos estudiando este indignante documento desde el punto de vista legal con el objetivo de detectar irregularidades, algo más que frecuente en los reglamentos, tal y como hemos demostrado recientemente con la normativa de Castilla y León. Os seguiremos informando de cualquier novedad.
Hay algo que para mí es muy llamativo en todo esto y es lo siguiente: viendo el circo político-mediático español, parece que la sociedad española está supuestamente obsesionada con la «protección» de los menores. Pero entonces ¿Cómo es que sus gobiernos se dedican a fomentar entre ellos una actividad armada, peligrosa, violenta, sangrienta y sanguinaria, con el dinero de todos? y ¿Cómo es que dicha sociedad no estalla de ira contra esos gobiernos y sus ocupantes, que ahora se declaran tan preocupados por la paz?
Aquí hay más hipocresía que en la eterna Cruzada anti-sexual de esa gran multinacional de la pederastia, llamada Iglesia Católica.
En cuanto a las mujeres, los gobiernos autonómicos y estatal, se empeñan firmemente (dinero público por medio) en que las veamos como víctimas; pero con medidas como la destacada en la noticia, intentan (dinero público por medio) convertirlas en verdugas. ¿Se puede hacer un uso peor de nuestro dinero? Bueno, también está lo de comprar gas y petróleo a Rusia, para que Putin pueda financiar su masacre de ucranianos.