La eterna excusa que los cazadores y las administraciones usan para poder seguir matando animales y autorizándolo, respectivamente, es que la caza es necesaria para el control de supuestas superpoblaciones de determinados animales. Desde PACMA llevamos años mostrando la realidad de la caza, la existencia de las granjas cinegéticas y la ausencia de estudios fiables que demuestren esas supuestas superpoblaciones. Ahora, además, un producto que lleva años en fase de prueba ha arrojado resultados muy positivos que podrían poner en jaque esa teórica utilidad de la caza que esgrimen constantemente.
Un proyecto piloto liderado por el investigador Manel López-Bejar de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha determinado que la vacuna anti-GnRH, comercialmente conocida como Gonacon y originalmente desarrollada por el National Wildlife Research Center en Estados Unidos, es efectiva para controlar la fertilidad en jabalíes. También se ha demostrado su validez en animales como cabras, elefantes, bovinos salvajes, caballos, ardillas y venados en testajes efectuados en otros países.
Las pruebas en España se han desarrollado en un total de 219 animales de una población habitante en zonas urbanas e interurbanas acotadas de Terrassa, Matadepera, Vacarisses y Sant Cugat del Vallès.
El procedimiento es sencillo: capturar, sedar, identificar, vacunar y soltar. En un período de tres años efectivos (que se han visto dilatados a causa de la pandemia) los investigadores habrían podido recapturar al 29,2% de los animales tratados determinando que, por el tamaño de los genitales y las glándulas mamarias, la inmunocontracepción había surtido efecto en todas las hembras tratadas en periodo de 4 meses a 3 años según el momento de recaptura, y hasta en doce machos tratados en un periodo de 2 meses a 2 años.
Según Manel López-Bejar, la vacuna es más efectiva en hembras debido a la estabilidad de sus ciclos reproductivos, y los estudios sugieren que su potencial aumenta a medida que disminuye la edad del animal tratado, quedando por determinar en un segundo ciclo que dará comienzo este 2022 si se podría lograr la esterilidad permanente aplicando el tratamiento en edad prepúbere (entre los 3 y los 6 meses de edad).
Controles poblacionales sin muerte
Nuestra asesora jurídica, Eva Ramos, y nuestra portavoz, Yolanda Morales, tuvieron la oportunidad de intercambiar impresiones en una entrevista con el líder de este proyecto que podría revolucionar los métodos éticos de control poblacional y terminar con la caza tal y como la conocemos.
«Es una noticia más que esperada; los jabalíes sufren auténticas masacres a manos de los cazadores y las administraciones que los culpan de seguir sus instintos. Son una especie asediada que hemos dejado sin hábitat y obligado a buscarse la vida como pueden. Entran en las zonas urbanas en determinadas épocas del año porque no tienen qué comer ni beber; todo está urbanizado, privatizado y acotado», afirma nuestra asesora.
López-Béjar asegura que los métodos de control poblacional con caza y sacrificio de los animales han demostrado no ser efectivos: «los resultados están ahí: todos los años se autorizan batidas de jabalíes y se matan cientos o miles de ellos en unos meses, y al año siguiente estamos igual o casi igual», explica. «Los jabalíes son una especie muy plástica y adaptable al entorno; los ciclos reproductivos se aceleran según la necesidad de repoblación, lo cual nos dice que matarlos y generar ese efecto vacío provoca a su vez un efecto rebote», añade.
Pero este proyecto no ha sido fácil de desarrollar. No todas las administraciones han prestado su apoyo a los investigadores, que afirman que mientras la Diputación de Barcelona ha sido la principal promotora del proceso, la Generalitat de Catalunya, fuertemente cuestionada por su presunta participación en el experimento que provocaría la muerte de 32 perros beagles en el laboratorio de Vivotecnia, ha confirmado que no tiene interés alguno en participar de él.
«El lobby de caza es potente, aunque no numeroso. En España no se llega, según datos del 2021, al millón de licencias, y cada año van bajando porque no es una actividad que cuente con un relevo generacional significativo; los cazadores van muriendo por la edad y la caza muere con ellos», explica nuestra portavoz.
Efectividad en términos económicos
Esta vacuna solo puede ser comprada y aplicada por administraciones que tengan competencias directas con la gestión medioambiental de su comunidad, por lo que aún no será comercializable a pequeña escala. Según López-Béjar, «su aplicación conlleva un protocolo que debe ser gestionado por un profesional». Cada vacuna tiene un precio aproximado de 40€ y, según la edad con la que se trate al animal, habría que valorar la necesidad o no de revacunación y la periodicidad de esta.
Sin embargo, las complicadas condiciones de vida de los jabalíes en el medio urbano e interurbano merman notablemente su esperanza de vida, por lo que la ruptura del primer periodo reproductivo (es decir, con la primera vacunación) sería un importante frenazo para su multiplicación.
El investigador afirma que la vacuna produce un efecto de relajación en la actitud agresiva del jabalí en celo, reduciendo también su radio de movilidad.
«El coste del proyecto a medio y largo plazo es potencialmente más interesante para las administraciones, ya que asegura resultados y propone gastar menos cada vez. Sin embargo, tal y como se hace ahora, habría que calcular cuánto gasta cada administración y con qué periodicidad para realizar controles con cazadores, a los que tienen que llamar al año siguiente para que hagan el mismo trabajo, la recogida de los cadáveres y su gestión, la reparación de los destrozos en zonas urbanas…», explica López-Béjar.
Este procedimiento solo necesitaría el precio de la vacuna y la mano de obra para su aplicación, un coordinador de proyecto y un operario para la instalación y control de las trampas.
¿Qué se necesita para implementar la vacunación inmunocontraceptiva?
La respuesta del investigador líder del proyecto es contundente: voluntad administrativa y cooperación. Las administraciones tienen que colaborar activamente para que el desarrollo del proyecto sea óptimo y, en pocos años, tengamos las poblaciones de animales «cazables» controladas.
«Cuando un parque natural en el que se desea intervenir con la vacuna linda con varios municipios, de nada sirve tener la colaboración de uno solo; debe ser un trabajo en equipo», explica López-Béjar.
Desde PACMA esperamos un positivo cambio de aires desde las administraciones ante la existencia de un producto con eficacia demostrada que posibilitaría controles poblacionales sin dar muerte a los animales. Por nuestra parte, proporcionaremos todo el apoyo y difusión posibles a este proyecto. La solución nunca es ni debe ser la muerte de animales, y las posibilidades que ofrece esta vacuna para los animales son importantísimas.
Fantástico! El asesinato no es opción!!! Como vemos, siempre hay alternativas 👏👏👏
Pare este horror
no se podría utilizar en gatos?
La verdad creo que a los que hay que vacunar contra la barbarie es a los humanos que corrompen el equilibrio ecológico