Vivir en un lugar donde el 100% de las fuentes energéticas sean renovables es posible, según un estudio dirigido por la Universidad de Stanford. Para conseguirlo, solo es necesario el compromiso de los 139 países que actualmente tienen los recursos suficientes para poner fin a las energías contaminantes en el año 2050. En este año, todos los sectores que consumen energía, como transportes, climatización, industria o agricultura, deberán haber sustituido los combustibles fósiles por la electricidad, como motor de un nuevo mundo.

Estos países son los que generan el 99% de las emisiones contaminantes del mundo. Su compromiso con el medioambiente y la salud pública haría que el objetivo pudiera materializarse casi al completo mucho tiempo antes. En 2030 estas regiones podrían alcanzar el 80% de los objetivos.

PACMA propone que, para alcanzar estos objetivos, se desarrolle una Ley Estatal contra el Cambio Climático que apueste por la eficiencia y la ecología en áreas como el transporte, la energía, la producción agraria, la gestión de los residuos, la industria y viviendas. Así, se deberá hacer una transición progresiva hacia las fuentes de energía renovables. Para ello, también será necesario invertir en I+D y derogar el Real Decreto del «impuesto al sol» que penaliza el autoconsumo y es contrario a la democratización y la eficiencia energética.

El investigador de la Universidad de Stanford y fundador de The Solutions Project ha coordinado a 30 científicos que han examinado de forma pormenorizada las posibilidades de transitoriedad energética de cada uno de los 139 Estados objetivo de estudio. Y entre ellos está España.

A nivel global, las medidas encaminadas a las renovables supondrían la creación de 24 millones de empleos estables, la prevención de millones de muertes causadas por la contaminación, la reducción del calentamiento global en 1,5ºC cada año y el ahorro anual de más de 18 billones de euros en costes sanitarios y casi 24 billones de euros en costes medioambientales.

En España, los investigadores proponen adoptar una combinación concreta de fuentes renovables. El 55% de la producción provendría de los paneles y centrales solares. En segundo lugar, los molinos y turbinas de viento aportarían el 36% de la energía producida. Por último, las energías hidroeléctrica y mareomotriz proporcionarían casi un 10% y la geotérmica un 0,1%.

Si en España se apostase por estos objetivos, se crearían 319.000 empleos entre trabajadores de la construcción y operarios que llevasen el mantenimiento de las instalaciones. Además, según los autores, se evitarían casi 17.000 muertes provocadas por la polución del aire, y los costes energéticos, sanitarios y medioambientales se reducirían en casi 5.000 euros por persona al año.

En PACMA consideramos que un buen impulso para alcanzar estos objetivos medioambientales sería la promulgación de una Ley Estatal de Transporte Sostenible en la que se prime los transportes limpios, tanto en el ámbito público como en el privado, y que abogue por el transporte de mercancías en tren, entre otras medidas. Asimismo, exigimos el cierre de las centrales nucleares que hayan agotado su vida útil y la penalización de la contaminación para fomentar comportamientos ambientalmente responsables.