Como parte de nuestra constante campaña contra la tauromaquia, este pasado fin de semana hemos documentado un nuevo festejo popular, en esta ocasión los «Bous al Ravalet» con varios toros embolados en Oropesa del Mar (Castellón). En el vídeo que hemos publicado en nuestras redes se aprecia cómo el animal sufre nada más salir una caída tal que mueve el pilón, y es zarandeado y acosado con violencia por una multitud enfebrecida.
Las imágenes muestran además cómo los participantes le tironean del rabo durante largo rato, y el toro vuelve a resbalar y a tropezar en varias ocasiones en su intento de huida desesperada.
«Cada año miles de animales sufren y mueren en festejos populares de este tipo por todo el país», declara nuestro presidente, Javier Luna. «Desde PACMA llevamos años documentándolos y presionando a las administraciones; ya es hora de que el Gobierno se responsabilice y actúe para que dejen de celebrarse. No puede ser que a estas alturas sigamos viendo estas terribles imágenes, que contribuyen a la normalización de la violencia hacia los animales en nuestra sociedad, y no hagan absolutamente nada al respecto», remarca.
Ante estas crueles imágenes, apelamos también a los gobiernos autonómicos y a los ayuntamientos, que son los directos responsables de la organización de estos festejos y de su permisividad, pero apuntamos también al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, especialmente cuando la ONU ya ha instado a España en varias ocasiones a que aleje a la infancia de la violencia de la tauromaquia. Es precisamente en estos festejos populares, que también son tauromaquia, donde los y las menores son testigos de la crueldad extrema y el ensañamiento con que se trata a los animales. De hecho, en este mismo festejo en Oropesa del Mar tuvo lugar una «embolada infantil». Es una aut´éntica vergüenza que se fomente la violencia de la tauromaquia entre los niños y niñas desde las instituciones y se les adoctrine en el maltrato y la crueldad hacia los animales.
«Que el Gobierno se dé cuenta de una vez por todas: con estas imágenes, somos la vergüenza de Europa, y es su responsabilidad erradicar estas violentas tradiciones», afirma nuestro presidente. Desde PACMA continuaremos con nuestra campaña de documentación y denuncia durante este año, y no cesaremos en nuestro empeño por acabar con todos los festejos taurinos.
Sobre el título de la noticia debo decir que el toro no es el violento.
El municipio donde tiene lugar esa demostración de bajeza humana es turístico y no es el típico pueblo pequeño de interior; lo cual me hace pensar que se está extendiendo por todo el País la denominada «España profunda» (esa inferior que ora y embiste de la que habló Antonio Machado), a pesar del auge del movimiento animalista.
Si desde las instituciones del Estado se adoctrina a los niños en el maltrato y la crueldad hacia los animales (léase sintientes no humanos, en concreto), se gastan nuestro dinero en fomentar la violencia; que si luego se manifiesta en una forma que los mandarines califican como «de género», les dará pretexto, no para una reflexión crítica sobre la incongruencia y la barbarie de su actuación, sino para quitarnos más dinero (doble saqueo), vía pactos de Estado, subvenciones, políticas de «igualdad» y otras engañifas. Y mientras tanto, la violencia seguirá su curso, sin verse afectada por las patrañas de tantos impostores como hay en España.