Los casos terribles de maltrato animal se suceden incluso en estado de alarma, y por todos los rincones de la geografía española. Desde PACMA vamos a emprender acciones legales contra esta crueldad que os vamos a relatar, y que nos ha removido profundamente.
El pasado 20 de abril la asociación El Hogar de Lluvia y sus gotitas, en Cádiz, recibió el aviso de que un gato cachorro había quedado atrapado en un cepo de caza en el campo, cerca de Alcalá de los Gazules. A pesar de encontrarse a una hora de distancia, acudieron a recogerlo. Lo que encontraron les sobrecogió: el gatito estaba en unas condiciones inimaginables. Tenía una patita completamente destrozada, además de estar infestado de gusanos. Avisamos de la tremenda dureza de las imágenes:
Por supuesto, el gatito se quedó ingresado inmediatamente en una clínica veterinaria en Cádiz. Además de las terribles lesiones en la pata, que tuvo que ser amputada, presentaba anemia y estaba deshidratado. Como se ve en las últimas imágenes, Owen, como le han llamado, está recuperándose favorablemente en la clínica, gracias a la labor de la asociación El Hogar de Lluvia y de los veterinarios que lo atienden.
El uso de cepos, ilegal a nivel estatal y autonómico
Desde PACMA no nos quedamos de brazos cruzados frente a este tipo de barbaridades, y estamos ya preparando la denuncia del caso del pequeño Owen, por un presunto delito de maltrato animal, de acuerdo a lo establecido en el artículo 337 del Código Penal.
Además, la persona que colocó el cepo habría vulnerado también la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en consonancia con la reglamentación de la Unión Europea, que prohíbe la tenencia, utilización y comercialización de todos los procedimientos masivos o no selectivos para la captura o muerte de animales, entre ellos, los cepos y las trampas-cepo, como el que había atrapado al pequeño Owen.
Al parecer, en la zona donde encontraron a Owen, están apareciendo cepos, algo que, por supuesto, es ilegal.
A nivel autonómico también está prohibida la tenencia, utilización o comercialización de ese tipo de instrumentos. La Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres, hace referencia explícita además a todo tipo de cepos y trampas.
Los maltratadores no pueden quedar impunes
Desde PACMA estamos preparando la denuncia para que este caso terrible, y el sufrimiento del pequeño Owen, no caigan en saco roto.
Que este tipo de delitos de maltrato animal no queden impunes es uno de los objetivos del trabajo que hacemos desde PACMA. Únicamente con un endurecimiento de las penas por maltrato animal se conseguirá poner fin a esta lacra, y que animales como Owen no tengan que sufrir más las consecuencias de la crueldad extrema y la violencia de algunas personas.
Esos cobardes que ponen cepos y otros tipos de trampas para producir sufrimiento a los animales, se merecen que ellos se vean en esas circunstancias y nadie les ayude.
Pienso lo mismo que Manuel, yo los metería en la cárcel y les pondría un cepo a ellos hasta que suplicaran de dolor que se lo quiten. Merecen el mismo castigo, para que se den cuenta de lo doloroso que es, y más a un ser que no puede defenderse. Son todos unos cobardes! Mala gente.