Como ya sabéis, en 2019 nos personamos en el procedimiento judicial iniciado por el SEPRONA contra el responsable de una explotación ganadera en Melide (A Coruña), acusado de un delito de maltrato animal continuado tras hallar a numerosos animales muertos y en pésimas condiciones en su finca.
Desde PACMA solicitamos la imposición de medidas cautelares para que esta persona no pudiese tener animales a su cargo durante el proceso judicial, hasta que se dicte sentencia, ya que consideramos que es un peligro para la vida y el bienestar de estos animales.
Logramos protección para los animales durante el proceso judicial
Pese a que el caso fue denunciado y estaba avanzando en los tribunales, no podíamos permitir que el acusado tuviese a su cargo a ningún animal durante el proceso judicial. Por ello, presentamos un recurso exigiendo medidas de protección para ellos, que el Juzgado de Arzúa ha estimado y aceptado.
Así pues, se ha decretado el cierre de las instalaciones, la suspensión de las actividades de cría que pudiese tener el investigado en cualquier explotación y la retirada de los animales de la finca (así como de cualquier otro caballo propiedad del investigado).
Además, el Juzgado de Arzúa ha iniciado un procedimiento para comprobar si el investigado ha cometido un delito de quebrantamiento de la medida cautelar, algo importante porque supondría la comisión de un nuevo delito, que se sumaría a los que ya arrastra.
¿Cómo empezó todo?
El 6 de mayo de 2019 se halló un caballo muerto en una explotación equina. Podría tratarse de un caso aislado de los miles que suceden en los lugares donde se explota cruelmente animales, pero, solo tres días después, el 9 de mayo de 2019, varios agentes del SEPRONA del puesto Milladoiro-Ames (A Coruña) localizaron los cadáveres de 6 caballos en otra explotación de la misma persona, además del cuerpo en descomposición de un perro y otros 27 caballos en estado de extrema delgadez y desnutrición.
Al día siguiente, mientras investigaban los aledaños, encontraron en una parcela anexa a cuatro caballos muertos más. Al otro lado de la carretera, otros dos cadáveres equinos y uno canino. Todo apuntaba a que los animales fueron abandonados a su suerte, dejándolos morir de hambre y sed.
El proceso judicial sigue
Tras la investigación, el SEPRONA ha comprobado que, entre los meses de mayo y diciembre de 2019, el servicio de recogida de cadáveres de animales retiró de la explotación a 23 caballos muertos. Sin embargo, según la documentación oficial, el investigado tiene registrados a su nombre 73 équidos, por lo que se desconoce el paradero de los 12 restantes, los que no aparecieron muertos o moribundos en la explotación. Viendo los antecedentes, se nos encoge el corazón al pensar qué triste final les habrá deparado su maltratador. Otro motivo más cerrar preventivamente la instalación y suspender toda su actividad.
Así pues, el proceso judicial sigue avanzando, gracias a la profesionalidad de los miembros del puesto Milladoiro-Ames del SEPRONA, cuya actuación ha posibilitado la instrucción del procedimiento judicial. Ahora, solo queda esperar que se haga justicia y que el responsable de este infierno para los animales pague por sus actos y por todas las vidas que ha despreciado y muertes que ha provocado.
PACMA seguirá defendiendo en los tribunales las vidas de todos estos animales y reclamará la máxima pena para su maltratador.
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