Lo llaman ‘Brazo de Hércules’, cuesta 7.000 dólares y es una máquina macabra que se ha comenzado a comercializar en Estados Unidos como “una herramienta revolucionaria para sacar de sus jaulas a pesados cerdos muertos”. Las empresas de ganadería intensiva norteamericanas se están viendo obligadas a comprarla ante una realidad que debería llevar a la reflexión a empresarios y consumidores: el rápido crecimiento de la tasa de mortalidad de las cerdas en granjas. En sólo tres años, de 2013 a 2016, esta tasa casi se ha duplicado al pasar del 5,8% al 10,2%. El motivo de estas muertes es una patología conocida como prolapso, referida al descuelgue del recto, la vagina o la uretra. Según un estudio realizado el pasado año, el prolapso provoca la muerte de entre el 25% y el 50% de las cerdas.
Aunque no es necesario ser un especialista para deducir las razones que llevan a los animales a morir de manera injusta y desproporcionada en las granjas, muchos expertos apuntan a que el problema se debe a distintos factores entre los que se encuentra al confinamiento al que son sometidos los animales en las granjas intensivas, en las que las hembras son obligadas a parir una y otra vez en diminutas jaulas que no les permiten moverse. Esta es una de las prácticas más crueles y lesivas que sufren los animales en la ganadería.
España, a la estela de Estados Unidos
En España ya hay más cerdos que personas y, aunque los datos de estos estudios se refieran a los Estados Unidos, nuestro país sigue la estela norteamericana con cifras muy similares. España se ha convertido en el estercolero de Europa porque “el resto de países europeos traen sus cerdos a España para que se los criemos aquí, luego se los llevan. Así hacen que recaigan en España los problemas morales y medioambientales que supone hacinar animales y darles una triste existencia llena de dolor, estrés y sufrimiento”, explica la Presidenta del Partido Animalista, Silvia Barquero.
Si en Estados Unidos las cerdas son obligadas a parir más de 23 crías al año, en España las cifras son algo más elevadas, situándose entre las 24 y las 30. En torno al 18% de ellas morirán antes del destete. “Estamos llevando a estos animales al límite”, asegura Leah Garcés, responsable de Compassion in World Farming.
Mientras el número de macrogranjas de ganadería intensiva, en las que los animales son “almacenados” y tratados como mera mercancía, sigue creciendo en España, la Unión Europea tiene un enorme poder de decisión sobre el trato que se le da a estos animales. Uno de los compromisos políticos del Partido Animalista para las próximas elecciones Europeas es hacer frente en Bruselas a toda práctica abusiva con los animales, con las granjas en el punto de mira.
Precisamente, el Partido Animalista se ha sumado a la campaña #EndTheCageAge (#NoMásJaulas) que pretende recoger un millón de firmas para acabar con las jaulas en las granjas europeas. Firma aquí.
Fuente: www.theguardian.com
Tantas leyes para algunas cosas y para otras nada .El bienestar animal debería ser una prioridad .Lo mejor que podemos hacer es no contribuir a éste maltrato .A más de un@ le metía yo en esas jaulas para qué comprobarán la vida q tienen los animales .No hay derecho .Os necesitamos más qué nunca PACMA ❤
Los políticos no tienen vergüenza, les da igual lo que les pase. Como los animales no votan. Tenemos que ser su voz y no votar a gente sin sentimientos.
La agricultura y la ganadería intensiva son el problema, el resto es anecdótico.
La cosificación de los animales es el problema de base. Usarlos como recursos… Tristisimo…
Todo vale, con tal de ganar dinero. No pasa absolutamente nada. Tenemos el beneplácito de estas ilustrísimas autoridades que nos gobiernan.