Un total de 19.226.891 ejemplares de mamíferos y aves de 24 especies diferentes fueron cazados en España durante el año 2014, lo que supuso un total de 43,7 millones de kilogramos de carne animal.

Según el avance del Anuario de Estadística Forestal 2014 (el último año disponible) del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), se cazaron 5,6 millones de conejos, más de dos millones de perdices, casi 300.000 jabalíes y más de 150.000 ciervos. Así, hasta alcanzar un total de 24 especies diferentes, como corzos, lobos, zorros y palomas. Se han destinado 43,9 millones de hectáreas para la caza y la pesca fluvial. Destaca Castilla Y León, con más de ocho millones de hectáreas.

PACMA pide la prohibición de cualquier modalidad de caza, puesto que provoca el exterminio de millones de animales y la dispersión de 6.000 toneladas de plomo cada año al medio ambiente, contaminando acuíferos y plantas, y causando el plumbismo; una enfermedad que afecta tanto a los animales como a las personas. Los cartuchos arrojados al medioambiente son ingeridos por la fauna que habita en las zonas de caza. El plomo puede llegar también a las personas, puesto que el consumo de presas de caza que contienen plomo (o de animales que lo hayan ingerido) hace que este metal se acumule en el organismo y afecte a la salud.

Además, varios informes, como el presentado por Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales en 2016, muestran la ineficacia de la caza como método para el control de especies. Por ejemplo, en Cataluña la población de jabalí se ha multiplicado abrumadoramente en los últimos años. Lejos de mejorar la situación, la caza provoca que las especies atacadas se desplacen hacia las zonas urbanas, ampliando su área de expansión.

PACMA aboga por la puesta en marcha de medidas alternativas no letales para el control poblacional como la esterilización o los contraceptivos de depósito para la convivencia pacífica de todos.