El pasado fin de semana, el gobierno español y el Eurogrupo han llegado a un acuerdo por el cual se dará a los bancos españoles un total de hasta 100.000 millones de euros, que se deberá devolver con intereses. Si bien en teoría serán los bancos quienes deban hacer frente al pago de dicho préstamo, el Estado garantizará el pago del mismo ante Europa. Asimismo, hemos comprobado recientemente cómo el Estado se dedica a hacerse cargo de la deuda de las entidades financieras con problemas, por lo cual es muy posible que sean los ciudadanos quienes se tengan que hacer cargo del pago de la misma.

Por ese motivo, el Presidente del Gobierno debe comparecer de manera inmediata en el Congreso para explicar las condiciones del rescate. Es necesario que se expongan con claridad las consecuencias de esta decisión. El gobierno que hace menos de una semana afirmaba que el Estado no necesitaba ninguna ayuda, debe dejar de engañar a los ciudadanos e ignorar sus demandas.

Sin embargo, sería un error culpabilizar en exclusiva a las decisiones tomadas por los gobiernos de Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero de lo ocurrido. La situación a la que nos enfrentamos es el desenlace de una absoluta carencia de ética entre la clase política. Casi todos los partidos con representación en el Parlamento a día de hoy han participado en crear una burbuja inmobiliaria y un sistema financiero absolutamente ineficiente. Ahora resulta que hace falta dinero, pero no por ello dejan de asignar millonarias subvenciones para la celebración de corridas de toros, para la caza y para otras formas de explotación animal, actividades apoyadas por todos los partidos con representación parlamentaria, ya sea a nivel estatal, autonómico o municipal.

Asimismo, vemos con estupor cómo hay partidos que pretenden aprovecharse de la situación actual mediante una retórica de carácter social, con un objetivo claramente electoralista, cuando ellos mismos han participado en generar la situación actual. A modo de ejemplo, el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, pide a Rajoy que "deje de mentir". Pero lo que no dice es que Izquierda Unida tenía un consejero en Bankia, y que este no denunció irregularidad alguna durante la gestión del ex ministro Rodrigo Rato. Como no podía ser de otra manera, Cayo Lara está inmerso en la misma falta de ética política que el resto de diputados. No podemos pasar tampoco por alto su condición de cazador, actividad también carente de toda ética, y que supone la muerte de millones de animales cada años.

La realidad es que la clase política al completo es responsable de la situación actual, por ocultar información, por poner los intereses de sus partidos por encima de los intereses de los ciudadanos, por el continuo tráfico de influencias, y por hacer que la economía española se volcara en el ladrillo con el objetivo de crear una falsa apariencia de riqueza.

Los ciudadanos y ciudadanas sufren actualmente un terrible hastío ante la situación actual, y una frustración ante una nueva traición cometida por parte de la clase política. Les animamos a canalizar estas emociones, y a rebelarse ante este desprecio constante por parte de los políticos. Para ello es necesario reclamar justicia, pero también dejar de apoyar definitivamente y para siempre a quienes han llevado al país al borde de la quiebra.

 La política, cuando las decisiones se adoptan sin tener en cuenta criterios de justicia social y pasando por alto las discriminaciones, se convierte en un mercadeo y en una lucha entre partidos por ocupar puestos de poder.

 Desde el Partido Animalista – PACMA reclamamos que la ética pase a ocupar el lugar que realmente le corresponde en los asuntos políticos.