España ha tenido hasta ahora una postura política relajada en cuando a lucha contra el cambio climático. El cierre de las centrales térmicas de carbón es un buen ejemplo de ello. Esta reivindicación que el Partido Animalista lleva años incluyendo en sus programas electorales se incorporó a los Acuerdos de París en el año 2015. Los elevados niveles de generación de CO2 dieron paso a un compromiso internacional para poner fin al ciclo del carbón e incentivar las energías limpias. Países como Francia no tardaron en firmar un calendario de plazos para cerrar sus centrales. Por el contrario, en España el anterior gobierno del Partido Popular quiso impedir, a golpe de Real Decreto, el cierre de las centrales de carbón y supeditarlas a «los mercados».
Es una buena noticia, por tanto, que el nuevo gobierno haya dado un paso al frente para empezar por el cierre de la central de Anllares. No conviene olvidar, sin embargo, que en España hay otras 14 centrales altamente contaminantes. El cierre de todas ellas supondría un enorme beneficio para nuestro medioambiente.
En el Partido Animalista consideramos que es necesario cumplir un calendario de plazos que no sólo marque el cierre de las centrales. También hace falta una potente apuesta por las energías limpias para paliar sus posibles efectos sobre el suministro de energía, con la derogación del impuesto al sol para favorecer el autocosumo como primer paso, y la inversión en formación de los actuales trabajadores de las centrales térmicas hacia el sector de las energías renovables.
De esta manera, PACMA defiende un modelo político y energético que ponga por encima los intereses de los ciudadanos en lugar de las grandes corporaciones, que es exactamente lo contrario que ha sucedido hasta el momento. Más aún en un país como España, que cuenta con un clima propicio y una ubicación inmejorable para ser un referente mundial en la generación de energías renovables y su conversión en fuente de empleo, riqueza e innovación.
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