Ayer por la tarde murió un emú, un animal natural de Australia, en las calles de Sant Cugat del Vallès (Barcelona). Según distintas fuentes, el animal falleció debido al terrible estrés y acoso al que le sometió la policía local en su persecución. La falta de protocolos específicos, la mínima o nula formación, la falta de coordinación y principalmente el escaso interés por parte de los consistorios se hacen ya insoportables. 

La responsabilidad del Ayuntamiento, en el marco de sus competencias, incluye conocer quién habita en su municipio. “¿Qué hace un emú australiano en Sant Cugat?”, se pregunta el portavoz del Partido Animalista – PACMA en Cataluña, Nacho Pascual. “El emú, así como toda la fauna salvaje, pertenece a su hábitat natural. Arrebatarlo de su medio para confinarlo en una granja debería estar prohibido”.

En base a lo sucedido, PACMA ha solicitado al Ayuntamiento de Sant Cugat una reunión con carácter de urgencia para poner encima de la mesa las siguientes consideraciones:

1. Abrir una investigación al responsable del animal y, en caso de no poseer los permisos pertinentes y el núcleo zoológico, sancionarle por incumplimiento de la ordenanza vigente de tenencia de animales. En caso de tutelar otros animales salvajes, decomisarlos ante el riesgo evidente que supondría mantenerlos bajo su custodia.
2. Elaboración y puesta en marcha de protocolos de actuación específicos, medios adecuados y coordinación con diferentes departamentos (seguridad, protección animal, servicios sociales, etc.)  

En la mayoría de los casos, los animales salvajes terminan sus días explotados, enjaulados, abandonados (con el riesgo de desequilibrio para el ecosistema que pueda generar) o muertos. “El capricho humano no puede convertirse en una cadena perpetua para los animales”, sentencia Nacho Pascual. La Ley Cero, iniciativa legal de PACMA a nivel estatal y que ya ha sido presentada a la Ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera, incluye la prohibición de la adquisición de animales exóticos.