Desde PACMA expresamos nuestro profundo rechazo a la reciente decisión del Ayuntamiento de Alcalá la Real de destinar 30.000 euros de fondos públicos para la celebración de una corrida de toros este pasado sábado y una suelta de vaquillas el domingo, durante la Feria de San Mateo. Esta inversión, que fomenta la muerte y tortura de seis toros, resulta especialmente preocupante en un municipio que enfrenta graves problemas sociales, como la tasa de suicidios más alta de España y un desempleo alarmante.
Percibimos la vuelta de los festejos taurinos a Alcalá la Real, que no se celebraban desde 2017, como un retroceso en materia de sensibilidad social y respeto hacia los animales. Parte de los vecinos ya había manifestado su rechazo a estos eventos, lo que hacía de la ausencia de corridas un logro de avance para la comunidad. “Es incomprensible que el alcalde, Marino Aguilera, haya preferido destinar fondos a una práctica cruel, cuando existen prioridades mucho más urgentes, como la prevención del suicidio o la creación de empleo“, ha apuntado nuestro presidente, Javier Luna.
Según los últimos datos del INE, Alcalá la Real tiene una tasa de desempleo del 10,3%, situándose como el noveno municipio con más parados en la provincia de Jaén. Esta situación agrava aún más el malestar en una localidad donde, trágicamente, la tasa de suicidios alcanza los 25 casos por cada 100.000 habitantes, superando con creces la media nacional de 13. Esto significa que cada año entre cinco y seis personas en Alcalá la Real se quitan la vida, mientras el Ayuntamiento prioriza los festejos taurinos en lugar de asignar recursos a iniciativas que ayuden a prevenir estas tragedias.
Javier Luna ha sido especialmente crítico con la gestión del alcalde en cuanto a la protección animal, recordando que la recogida de animales en el municipio es competencia del Ayuntamiento. “La recogida de animales en el municipio es competencia municipal y Marino Aguilera ha dejado toda la responsabilidad a la protectora de la localidad Fuerza Animal, sin que esta reciba ninguna contraprestación o apoyo por parte del Ayuntamiento”, ha denunciado Luna. La protectora, que se encuentra asumiendo el coste del cuidado de animales heridos y enfermos, acumula una deuda veterinaria de 10.000 euros debido a la falta de recursos.
Además, consideramos inaceptable que el Ayuntamiento se jacte en sus redes sociales de la organización de estos eventos taurinos, destacando la corrida de toros y la suelta de vaquillas como logros de la gestión municipal. “Es inadmisible que una institución pública se vanaglorie de la crueldad hacia los animales“, ha concluido nuestro presidente.
En PACMA seguiremos denunciando este tipo de decisiones y continuaremos luchando para que el bienestar animal y las verdaderas necesidades de la ciudadanía sean prioritarias en la gestión pública de los municipios españoles.
No os enterais. Es cultura y me gusta y los taurinos también pagamos impuestos. Libertad libertad libertad.
La libertad de uno termina donde comienza el daño no consentido a otro; y entonces ya no hablamos de libertad, sino de tortura, asesinato, etc.
Otro tanto pasa con la cultura, porque resulta incompatible con la violencia no consentida; donde está la una no cabe la otra y viceversa.
Ya sé que para muchos todo y cualquier cosa valen como cultura; con lo cual la palabra ya no tiene ningun significado propio.
En cualquier caso y ya sea en la ablación del clitoris, en la tauromaquia, en el patíbulo o en el matadero: si no se ha sublimado la violencia, estamos en la violencia y no en el arte; por mucha destreza que luzcan en su oficio el mutilador, el torturador, el verdugo o el matarife.
Sembrando muerte (con dinero público) y luego recogiendo cadáveres (de humanos y de no humanos). Como diría Rosendo: “maneras de vivir” (o en este caso, maneras de morir).