Pese a que gran parte de la actividad cultural sigue paralizada, las administraciones siguen cediendo ante la presión del sector taurino. El pasado 1 de agosto tuvieron lugar dos corridas de toros, en Osuna (Sevilla) y Estepona (Málaga) y, el 2 de agosto, otra en Huelva. Poco después, el día 6, tuvo lugar otra corrida en el Puerto de Santa María (Cádiz) y, unos días mas tarde, el 13 de agosto, otra en Fuengirola (Málaga). En los cinco eventos se vulneraron claramente las medidas de distanciamiento físico y uso de mascarillas, así como el aforo máximo permitido para realizar cualquier tipo de actividad con seguridad y evitar la propagación de la COVID-19. Desde PACMA hemos denunciado la celebración de los cinco festejos taurinos y reclamamos que los responsables y organizadores sean sancionados acorde a la gravedad de los hechos.
Peligrosas irregularidades en Osuna
La plaza de toros de Osuna demostró abiertamente la irresponsabilidad de las personas que disfrutan de la tortura y la muerte de animales. No se cumplió el aforo limitado al 50% establecido por la Comunidad Autónoma de Andalucía, así como tampoco el distanciamiento interpersonal de 1,5 metros ni el uso de medidas de protección adecuadas. A su vez, también se incumplió la normativa que estipula las medidas de prevención para los profesionales encargados de matar cruelmente a los toros.
La plaza de toros de Estepona, otra vergonzosa imagen
El caso del festejo taurino del 1 de agosto en Estepona es muy similar al anterior. Personas que no respetan la distancia de seguridad, ausencia de mascarillas, superación del aforo permitido… Se trata de un auténtico atentado contra la salud pública.
Al igual que en Osuna, la reprobable conducta de asistentes y profesionales tuvo lugar ante la permisividad y tolerancia de los responsables y organizadores, sabiendo que suponía el incumplimiento flagrante de las medidas sanitarias autonómicas y un potencial peligro para toda la sociedad.
El lamentable escenario de la plaza de toros de Huelva
Los graves hechos sucedidos en Huelva tienen similar alcance al de los de Osuna y Estepona. Irresponsabilidad social, falta de distanciamiento, ausencia de mascarillas y, en general, violación de la normativa en prevención sanitaria.
Más irresponsabilidad en Fuengirola y el Puerto de Santa María
El patrón se repitió el 6 y el 13 de agosto en el Puerto de Santa María y Fuengirola, respectivamente. La permisividad y falta de responsabilidad mostradas por los organizadores, promotores, profesionales y público de estos eventos han puesto en peligro a la población en general, demostrando una vez más la falta de respeto que el sector taurino siente hacia la vida (humana y animal).
Para mayor agravio, la corrida de Fuegirola fue retransmitida por la televisión autonómica pública, Canal Sur, y numerosos medios recogieron la «polémica» corrida del Puerto de Santa María, destacando el incumplimiento del aforo máximo y de las medidas de prevención. Esa es la imagen de irresponsabilidad que España arroja al mundo por culpa del sector taurino.
Un atentado contra la salud pública retransmitido en los medios
Esta conducta irresponsable y peligrosa no solo ha afectado a las personas presentes en las crueles y violentas corridas de toros, sino que también fueron difundidas en medios de comunicación nacionales y extranjeros, afectando directamente la imagen internacional de las ciudades en particular y de toda España en general. De este modo hemos dado una apariencia de falta de responsabilidad ante una pandemia que ha sesgado cientos de miles de vidas en todo el mundo y que sigue haciéndolo, forzando todavía nuestro sistema sanitario y comprometiendo la salud de toda la sociedad.
Por todo ello, desde PACMA solicitamos que se sancione a los organizadores y promotores de los actos, por haber arriesgado de manera premeditada la salud de las personas asistentes a dicho espectáculo y de todas las que han podido estar en contacto con ellas en los días posteriores.
No podemos permitir que, en momentos tan duros como los que estamos viviendo, en los que toda la sociedad se esfuerza por mantener la distancia social y renuncia a abrazar a sus familiares para contener la propagación del virus, los taurinos tiren todo por la borda para disfrutar de un sádico espectáculo. Una vez más, se ha demostrado que la tauromaquia es algo anacrónico que no tiene cabida en nuestra sociedad, que no cumple las normas morales e higiénico-sanitarias de la misma, y que debe se prohibida por ley de una vez por todas.
#TauromaquiaAbolición
También deberíamos preguntarnos porqué, ante casos parecidos, el Estado actúa unas veces de oficio (manifestación de Madrid, por ejemplo), con la Delegación del Gobierno o con la Fiscalía como instrumentos, y otras solo actúa por denuncia de particulares (en el mejor de los casos).
Lo anterior se puede definir técnicamente así: la potestad sancionadora no está regida por el principio de legalidad, sino por el de oportunidad. Y hablando de manera más callejera, se puede describir de esta otra manera: el tirano hace lo que le sale de los cojones y le importa una mierda lo que ponga en la Ley.
Eso no es propio de un Estado de Derecho, sino de un Estado caciquil (por no decir despótico). Y sin un previo Estado de Derecho, las posibilidades de proteger realmente a los individuos sintientes no humanos, son muy escasas, como se puede ver en España, donde ni siquiera se impiden aberraciones clamorosas, contra las que hay un mayor consenso social, por afectar a la salud pública, a la seguridad ciudadana, a la protección de la infancia, por visibilizarse en espectáculos, etc.
Por consciência acabem com esse ritual sádico e desnecessária…basta dessa atitude insana que é as touradas, aqui lhes peço pois repúdio esse ato …basta !
Deberia prhoibirse maltrato animal.
Para reforzar mi tesis anterior sobre la falta o insuficiencia de Estado de Derecho en España, propongo ahora un argumento de autoridad, que proviene del gran jurista Hans Kelsen (inspirador de las nuevas Constituciones europeas tras la 2ª Guerra Mundial). Para dicho autor, en Derecho, un acto violento solo puede ser un delito o una sanción. Pues bien, si nos fijamos en la Tauromaquia, veremos que hay un montón de actos violentos que no encajan ni en una categoría, ni en otra; es más, nos costaría mucho encontrar en ese mundo siniestro, algún acto violento que fuera delito o sanción. Otro tanto se podría decir de la Caza, si bien aquí ya es más fácil encontrar actos de caza que sean delictivos. Sin embargo, es muchísimo mayor el número de actos violentos que no son tenidos como delito en el ámbito cinegético. Por último y para no cansar al lector, nos podemos detener en el mundo de los mataderos y similares, donde la proporción de actos violentos que no son considerados delito (y mucho menos sanción) es apabullante.
Por si no bastará con lo anterior, resulta que el Estado, en esos 3 supuestos que menciono, no acude al Derecho para tipificar como delito y sancionar las actividades violentas que ahí se producen; pero sí utiliza el «Derecho» para institucionalizar y subvencionar dichas actividades con dinero público. Y así vemos un ejemplo manifiesto de lo que no es un Estado de Derecho, sino un Estado de Barbarie que se sirve del «Derecho» para alimentar la violencia.
Para más información sobre el tema de la violencia en la caza, se puede consultar el enlace de abajo, donde aparece un muestreo de casos, entre los que hay: no delitos, delitos e incluso «auto-sanciones» que se imponen algunos cazadores, en forma de suicidio, por actos violentos que han cometido (lo cual deja en ridículo al Estado, pues tiene como función principal monopolizar el uso de la violencia como castigo, para garantizar la paz social y el orden público).
https://respuestasveganas.org/cazadores-asesinos/
BARBARIA !
FIN A ESTA BARBARIE QUE NOS AVERGUENZA COMO PAIS Y COMO HUMANOS
Falta la corrida de toros que se efectuó en Plasencia, Cáceres (Extremadura) el día del lunes menor. 3 de agosto