El Partido Animalista – PACMA solicitó el pasado 3 de marzo por escrito al Ayuntamiento de Madrid el contrato con la empresa que gestiona el Palacio de Vistalegre, en el que se celebran festejos taurinos.
El Ayuntamiento de Madrid deniega a PACMA el acceso al expediente de contratación con el Palacio de Vistalegre, de titularidad municipal, alegando que no consideran que seamos parte interesada en ese expediente. Curiosamente, el consistorio madrileño trabaja en la puesta en marcha de un Portal de Transparencia.
La Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, que fue muy criticada por lo limitado de su alcance, establece en el artículo 8 que es obligatoria la publicación de la información relativa a los contratos públicos de las administraciones.
El Partido Animalista ha presentado un recurso de reposición ante la Junta de Distrito de Carabanchel, alegando el «derecho a acceder a la información pública, en los términos previstos en el artículo 105.b) de la Constitución Española», según se establece en el artículo 12 de la Ley 19/2013.
Durante el mes de febrero se celebró la Feria de Invierno en el Palacio de Vistalegre, en el que se mataron decenas de toros, a pesar del teórico rechazo del consistorio madrileño hacia los festejos taurinos. Además, se organizaron visitas para escolares, lo que despertó las críticas de los padres, que se quejaban de que el Ayuntamiento gastara dinero público en invitar a los niños a una novillada, mientras los colegios requieren reformas y mejoras.
Desde PACMA trabajamos para acabar con todos los festejos taurinos y lamentamos que ese interés no sea compartido por otras formaciones políticas que, en cambio, tratan de vender una falsa imagen con medidas vacías y cómodas. El Ayuntamiento de Madrid retiró una subvención de 60.000 euros a la Escuela Taurina, mientras mantiene un contrato con la Plaza de Toros de Vistalegre y reconoce públicamente que no va a hacer nada por acabar con la Feria de San Isidro.
NO A LA TAUROMAFIA.
Pero no quedamos que el ayuntamiento de Madrid esta regido por progres ?
Cuando niegan el derecho de acceso a la información pública será que tienen algo que ocultar.
Cierto,
Tienen tanta basura, que la ocultan hasta en Panamá …
Con todos mis respetos, esta gente del Ayto. de Madrid y de otros Aytos. municipales del mismo color político, nos están dando una clara demostración de la famosa expresión: «del dicho al hecho va mucho trecho»…. Muchas palabras muy bonitas, pero luego se quedan siempre a medias tintas y no tienen lo que hay que tener (valor y coherencia) para plantar cara a cosas como las Becerradas, o las propias corridas de toros…. Los ciudadanos de Madrid creo que deberíamos ser llamados a un Referendum puro y duro ante algo tan serio como: ¿Está usted de acuerdo que se asesinen 180 animales (toros) en las fiestas patronales de la villa de Madrid, nuestra ciudad?…. Es lo menos que nos merecemos los madrileños. Basta ya de tanta palabrería ñoña por parte del Ayuntamiento. ¿No queréis una ciudad abierta y participativa?. Pues preguntad, porque YO NO QUIERO que se torturen estos días hasta la muerte animales a 800 metros de mi casa. Y la mayoría de los madrileños tampoco.
Nos se puede servir a dios y al diablo al mismo tiempo.
¡Eh, Toro!
¡Eh, toro!
¿Quién me llama?
Tanto ruido, tanto polvo
y alguien me grita
otra vez a mí
¡eh, toro!.
Que no quiero estar aquí,
que me asusta, me irrita
que no es mi sitio
y me duele el cuello,
que no soporto este polvo,
ni este escándalo, ni ese grito.
¡Eh, toro!
¡Vaya tela!,
que digo que me duele el cuello
y se me acerca con un trapo verde falso
que le tapa medio cuerpo,
y yo no quiero estar aquí,
quiero volver con los míos
a despertar en el raso
de la dehesa dónde nací,
entre cigüeñas,
en su equilibrado nido,
con el calor de los rayos
limpios de polvo,
con el silencio
que marca la encina
del campo vieja dueña.
No soporto este ruido.
¡Eh toro!
Imbécil, me cabreo,
voy a por él con todo.
Entre su cuerpo y el mío
el trapo verde falso cuela
y ahora no me mira.
Mira al ruido, al polvo
y mi cuerpo insistente avanza
voy a ir otra vez,
aunque me duela.
¡Eh toro!
Ahora el de la lanza
encima del cuadrúpedo troyano,
desde dónde me hizo daño en el cuello.
Me paro.
¡Eh toro!
Si pudiera yo correr ahora
por la hierba mojada de mi campo,
con los becerros
que me incordian jugando
tras la encina.
Pero no me dejan.
Un círculo de gritos me rodea,
quiero huir,
no entiendo esa inquina.
Un hueco, tal vez,
entre las patas de ése animal ciego,
mi escape, tal vez.
Pero vuelve a hacerme daño
y caigo y reniego.
Mis piernas se vencen
y me sigue haciendo daño,
la arena mezclada con sangre
que hacen su rojo falso fango.
¿Por qué?
Yo solo quiero correr con los míos
y no me dejan,
y me gritan,
y me llaman moviendo trapos.
Y yo solo quiero correr con los míos.
Me voy al centro
lo más lejos de gritos y gentes
y ahí me buscan otra vez
con ansia de muerte
dos palos de colores,
brillante los bordes,
dos palos que yo ataco
y me vuelven a doler.
Me cuelgan de mis carnes
chorreando sangre que lamo,
Mi sangre.
¿Por qué?.
¡Eh, toro!
Empiezo a no soñar con la dehesa,
a no tener fuerzas para jugar
con las becerras.
Otros dos palos,
otros dos brillos,
otros dos daños.
Del sol los turbios rayos
iluminan de mis pupilas
delatores hilillos
que humillan
mi valentía de años.
busco en la sombra de las tablas,
de una respuesta el apoyo
¿Por qué?
¡Eh, toro!
Y ahora ¿Qué quieres?
¿Qué más deseas de mí?
Déjame en paz
sangrando por mis sueños,
con mis deseos de vida
y libertad animal.
¡Eh, toro!.
me grita entre las sonoras rejas.
Si con mi cuerno entre tus huesos
te olvidas y me dejas
espérame que a por ti voy.
Pero esa apariencia
de guirnalda de feria andante
me vuelve a esquivar,
una, tres, diez veces humillante.
Mareándome, tapándome la cara
girando sobre mi maltrecho cuerpo.
Empiezo a no saber quién soy.
Estoy agotado, quiero morir.
Y me pone el arma homicida
apuntando entre ceja y ceja.
Le miro, mi voluntad dormida.
Venga, vale, no puedo más,
quiero morir.
Corro a por la espada destino,
brillante, de azules reflejos,
y rojos fuegos solares.
Y muero, quiero morir,
aunque ya molesta hacerlo
A los pies de mi asesino.
Quiero ir lejos pero no puedo,
el dolor me roba hasta el intento,
me muevo, busco cobijo,
tardo en irme.
Recuerdo la dehesa,
chapoteándo en las charcas
con las becerras,
bordeando los canchales.
Ya no siento nada,
estoy bien, aunque solo.
Ellos tienen más prisa que yo
y vuelven a clavarme aún más dolor,
¡Muere toro!
Adiós…
que pasa carmena la gente te voto y ahora , ni con los animales puedes