Las fiestas navideñas no parecen ser una época de jolgorio para los animales. Un año más, desde PACMA documentamos y denunciamos públicamente su presencia en los belenes vivientes dispuestos a lo largo de toda la geografía española. Se les mantiene largas horas estáticos, sin libertad de movimiento y expuestos a ruido y música. Para demostrarlo, nos hemos desplazado en esta ocasión hasta Buitrago del Lozoya, al norte de la Comunidad de Madrid, donde hemos documentado el estado de los animales en uno de los belenes vivientes con animales más famosos.
Un burro, una vaca, varias ovejas y varias gallinas están encerradas en pequeños cercos repartidos por todo el espectáculo navideño, declarado Fiesta de Interés Turístico Regional y que ya va por su edición número XXXII. Se trata de 1.300 metros en los que se desarrollan 41 representaciones donde también participan actores. Una puesta en escena que cada año recibe miles de visitantes y que tiene su propia página web.
Desde PACMA apoyamos iniciativas como esta, pero prescindiendo de los animales. Nuestro presidente, Javier Luna, asegura que «no hay necesidad» de alquilarlos para que formen parte del espectáculo: «Pasan muchas horas de pie o recluidos en pequeñas estancias, sin poder moverse apenas». Cada año recordamos que el uso de animales en belenes vivientes y cabalgatas es una costumbre que debe abandonarse al igual que se abandonan las tradiciones desfasadas y se avanza en el respeto hacia los animales y sus derechos.
Otros animales como caballos, conejos y cabras también han sido traídos a «actuar» desde hace años en el panorama, pero sin el consentimiento que sí otorga el resto de actores.
Según el último borrador de la futura Ley de Protección Animal, cuya aprobación pende de un hilo en el momento de la redacción de esta noticia, se prevé que los animales no puedan seguir estando presentes en belenes vivientes, por lo que podría ser uno de los últimos años en los que se denuncien públicamente este tipo de actos. Sin embargo, desde PACMA consideramos que deberían ser los propios ayuntamientos los que tuviesen la iniciativa de excluirlos y buscar alternativas atractivas para el público y éticas con los animales.
0 comentarios
Trackbacks/Pingbacks