Madrid, 26 de noviembre de 2024 – El Partido Animalista PACMA ha publicado este martes fragmentos del reportaje «La raza de perros más explotada del mundo: los galgos«, del documentalista Aurelio Marino, en el que dos hombres, un exgalguero y un empresario hostelero, explican las diferentes formas de «deshacerse» de un galgo cuando este ya no sirve para cazar.
El documental, que fue grabado en enero de 2022 en Navas del Rey (Comunidad de Madrid), ha sido publicado este mes de noviembre con el objetivo de denunciar prácticas de maltrato animal hacia los perros de caza, concretamente hacia los galgos. Para ello, Marino se infiltró en un campeonato de caza con galgo en el citado municipio, del que obtuvo imágenes y declaraciones que ahora utilizan para dar visibilidad a la situación de estos animales.
«Al perro que no valga, un garrotazo y al pozo»
En un primer corte, obtenido en un bar local con cámara oculta, un empresario del que no se conoce si se dedica o no a la práctica de la caza con galgo en la actualidad asegura que al perro que no sirve para cazar le tendrían que «cortar el cuello«, continuando con la afirmación de que, en estos casos, lo que corresponde es «un garrotazo y al pozo, no me jodas«.
En otro corte, obtenido en esta ocasión con el consentimiento del entrevistado (un exgalguero) bajo la condición de anonimato, afirma que cuando un galgo no sirve para la caza se puede llevar a un veterinario para que le pongan «una inyección» y lo incineren: «pagas también por ello», sentencia. Continúa explicando que, en varias ocasiones, sus propios perros sufrieron fracturas e incluso uno de ellos falleció cazando.
«Durante décadas, miles de galgos en nuestro país han sido ahorcados, tirados a pozos o ejecutados a tiros por no ser útiles para la caza», señala el presidente nacional de PACMA, Javier Luna.
PACMA solicita que se investiguen las declaraciones recogidas en el documental y que se tomen medidas para garantizar que este tipo de prácticas y discursos dejen de ser tolerados. «La explotación de los galgos y otros perros de caza es una de las muchas razones por las que seguimos luchando para que la caza sea abolida en España», concluye Luna.
Desde luego, «matando» la legalidad de la caza, menos perros acabaran asesinados. Es un buen tema para una iniciativa legislativa popular. Ojalá me copien esta idea.