Desde PACMA reclamamos a la Junta de Andalucía que se haga cargo de más de un centenar de animales que aún permanecen, sin atención, en las instalaciones de lo que, hasta ahora, ha sido la conocida “Eco Reserva de Ojén”; un refugio de fauna y espacio natural protegido creado en lo que anteriormente fue una reserva de caza. Permanece precintado por la Junta desde el pasado viernes 17 de mayo, con una orden de desalojo que llega tras años de batalla legal.
El viernes, el único acceso a la reserva fue cerrado bajo vigilancia, lo que ha supuesto un duro golpe para esta iniciativa conservacionista que operaba gracias al trabajo de voluntarios, padrinos y visitas, sin apoyo de las administraciones.
Según reclama su gestor, Antonio Calvo, “no se ha esperado al plazo de respuesta” de los procedimientos legales abiertos, y “no se ha permitido la retirada de enseres y herramientas necesarios para el mantenimiento de los animales”, entre los que hay ciervos, gamos, cabras montesas, muflones, zorros, aves rapaces, anfibios y reptiles repartidos en una superficie de 82 hectáreas que forman parte de la Red Natura 2000 como Zona de Especial Conservación (ZEC).
Actualmente, existen dos procedimientos abiertos relacionados con el cierre de la reserva: uno por presuntas faltas y otro por ocupación, ambos reclamados. Las primeras inspecciones tuvieron lugar en la pandemia.
Ya hemos explicado en nuestra web que la Autorización Ambiental Unificada (AAU) fue concedida a la Reserva Ecológica Monte Ojén el 24 de junio de 2016 para la instalación de un Parque Zoológico en el monte público de Sierra Blanca. Actualmente, esta continuaría vigente por haber dado comienzo la ejecución del proyecto con anterioridad al plazo establecido y bajo constancia de la administración, pero la Junta no lo ha reconocido.
La medida de cierre se pretende fundamentar con base en la caducidad de la AAU, pero se ha adelantado y prejuzgado el resultado sin conocerse, siquiera, las circunstancias que sustentarían la medida, dando cosas por hecho, cuando lo cierto es que dicha autorización sigue en vigor.
La reserva ha contado con el apoyo de numerosas personas y organizaciones, entre ellas PACMA. Esto se ha materializado en más de 95.000 firmas de apoyo recogidas, así como en dos manifestaciones frente a la Consejería y múltiples concentraciones.
Pedimos en consecuencia a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Ojén que cumplan con sus promesas y tomen medidas urgentes para garantizar el bienestar del centenar de animales que aún se encuentran en el interior de la reserva, que son dependientes del ser humano y que llevarían varios días sin poder comer.
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