A la hora de pensar en ampliar la familia con un animal, solo hay una opción correcta: la adopción. Pero muchas personas todavía escogen comprar un perro, un gato o cualquier otro animal. Os contamos por qué desde PACMA queremos prohibir la compra-venta de animales y fomentamos la adopción.
La indispensable labor de las protectoras
Según los últimos datos oficiales del 2018, en España se abandonaron 138.407 perros y gatos. Pero la triste realidad es que la cifra es mucho mayor, ya que solo se refleja una estimación basada en datos de 327 sociedades protectoras, ayuntamientos y consejos comarcales. Los animales recogidos por particulares ni siquiera se contabilizan, por ejemplo.
Alrededor del 40% de los perros y gatos rescatados es adoptado, pero el 8,5% mueren o son sacrificados por causas médicas y el 1% es ejecutado estando sano. Con unos datos tan alarmantes, ¿cómo mirar hacia otro lado y comprar un animal en lugar de adoptar?
Las protectoras realizan una labor importantísima rescatando y cuidando animales, invirtiendo su tiempo y dinero para darles una segunda oportunidad. Adoptar a un perro o un gato no solo salva la vida de ese animal en particular, sino que deja un hueco libre para que las protectoras puedan seguir atendiendo a otros necesitados.
La crueldad de la cría de animales para su venta
Las personas empáticas tendemos a pensar que todo el mundo siente el mismo amor por los animales, por lo que, cuando se piensa en un criadero de perros o gatos, se interpreta que es un lugar en el que se cuidan, tratan bien y garantiza su bienestar.
Sin embargo, hemos comprobado que la realidad es bien distinta. Solo limitándonos a los casos de criaderos desarticulados en nuestro país, las condiciones en las que tienen a los animales son terribles: jaulas diminutas con perros hacinados, madres obligadas a criar hasta la extenuación, enfermedades infecciosas, ausencia de control veterinario y registro oficial, falsificación de documentos, etc. Cuando el animal procede de un criadero extranjero, el control es todavía menor.
Muchas personas se han puesto en contacto con PACMA para contar sus vivencias, que suelen parecerse. Compran un perro o un gato a un criador y, al poco tiempo, se dan cuenta de que está enfermo. Parvovirus, malnutrición, parásitos… En el mejor caso, el animal se recupera tras muchos cuidados veterinarios y elevadass facturas. En otros muchos, no consiguen recuperarse y mueren.
Cuando alguien decide comprar un perro o un gato, nunca puede estar seguro de las condiciones reales del criadero del que proviene. Además, enriqueciendo a este sector lo único que se consigue es perpetuar la explotación de las madres, condenadas a un infierno hasta que no puedan dar a luz a más camadas.
Es habitual que las personas se vean conmovidas por el animal que observan en las tiendas o anuncios y piensan que lo están salvando, pero la verdad es que solo están condenando a los cachorros que ocuparán la vitrina que ese deja libre.
Por todo esto, la compra-venta de animales es una mercantilización de un ser vivo y siempre es mejor optar por la adopción. Las protectoras están llenas de animales grandes, medianos, pequeños, de todos los colores y personalidades y seguro que en alguna de ellas encontrarás al perfecto para ti.
Es necesario. Y se debe educar y concienciar a la gente ,para que dejen de comprar mascotas en las tiendas. Asi se deja de cooperar, con ese mercado tan brutal , vruel ,y nocivo que hay.